A veces a un apasionado
enamorado no le queda otro recurso que hablar con la mirada.
Aceptar la fe es ponerle una
venda a los ojos de la razón.
Algunos confunden un paso de
peatones con un paseo de peatones.
Algunos usan el dinero para tapar agujeros; otros, para abrirlos.
Cada vez que se daba un baño se quitaba un peso de encima.
Algunos usan el dinero para tapar agujeros; otros, para abrirlos.
Cada vez que se daba un baño se quitaba un peso de encima.
Comprender no es saber lo que
algo significa, sino asumirlo.
Cruzarse con un gato negro
cuando se va conduciendo da mala suerte..., al gato si no se aparta a tiempo.
¿Cuál es el colmo de los
colmos? Decir adiós a Dios.
Cuando el hombre se da cuenta
que lo que cuenta es el hombre, cuenta, y la cuenta que cuenta le da cuenta de
su nombre.
Dios y sino son la misma
cosa.
Dios vela siempre por
nosotros. No hay más que echar una mirada al mundo para verlo.
Donde más se huele el peligro
es en la mujer.
El amor crece cuando se
pierde.
El amor es la distancia más
corta entre dos corazones.
El amor no se inculca; se
siente. Es personal e intransferible.
El arte de llevarse bien en
el matrimonio consiste en saber apreciar las virtudes de la pareja y tolerar
sus defectos.
El buen marido no es el que
sabe hacer la cama, sino el que sabe deshacerla.
El colmo de la ignorancia
es...la ‘ijnorancia’.
El concepto ‘dios’ es el
recurso del hombre a su ignorancia.
El cuerpo desnudo es belleza
física; el alma desnuda, belleza espiritual.
El desarrollo de un ser
humano desde su concepción hasta la edad adulta es un compendio de su historia
evolutiva.
El ‘dios’ creador, es decir,
la naturaleza, no es ni bueno ni malo; es simplemente amoral.
El éxtasis amoroso es
sublime, pero efímero como la flor.
El fin de la religión no es
servir a Dios, sino servirse de Dios.
El hombre es tanto más
intelectual cuanto más se aparta del instinto.
El hombre es un trozo del
universo hecho vida.
El hombre no es grande por su
estatura, sino por sus sentimientos y conducta.
El hombre que más vive no es el que alcanza mayor edad, sino el que sabe aprovechar mejor la vida.
El hombre se distingue de los
animales en que es capaz de sobreponer la razón al instinto.
El instrumento que mejor toca
el hombre es el sexofón.
El mal argumentador pretende
anular la razón de su oponente recurriendo al sarcasmo.
El masaje relajante activa la circulación de la sangre...,por el sexo.
El masaje relajante activa la circulación de la sangre...,por el sexo.
El matrimonio feliz es aquel
en que uno puede decirle al otro: te amo como después de habernos enfadado.
El mejor cocinero es el
hambre.
El mérito de un buen orador
es ajustar la palabra a la idea.
El odio es un cuchillo sin
mango.
El peor defecto no es el que
se tiene de por sí, sino el que no se reconoce tener.
El que conoce la Biblia
conoce al clero, no a Jesucristo.
El saber es la única
propiedad que no puede ser arrebatada.
El sarcasmo es el arma de que
se valen los incapaces que saben que no tienen razón.
El sexo sin amor es una
simple exoneración fisiológica. Con amor es una sublimación de los sentidos.
El tiempo es la medida del
cambio de estado en las cosas.
El verdadero defecto no es el
que se tiene, sino el que no se reconoce tener.
En las religiones no hay
creyentes sino crédulos.
En muchos casos el futuro no
es cuestión de suerte, sino de elección.
Era tan ardiente que en lugar
de preservativos usaba perseverativos.
Es más difícil mover a la fe
que a una montaña.
Es mucho más difícil
reconocer los yerros de uno que los de los demás.
Estamos construidos con un
equilibrio exquisito de átomos que han estado dispersos en el universo.
Estar con el corazón a media
hasta.
Hay gente tan pobre que solo
tiene dinero.
Hay miradas más elocuentes
que una declaración de amor.
La ciencia es el extintor que
va sofocando el incendio de la religión.
La ciencia es la gran
redentora de la humanidad.
La conciencia de la muerte es
el tributo que paga el hombre por gozar del privilegio de la inteligencia.
La conocía profundamente; hasta por pelos y señales.
La creencia en Dios es el recurso a la ignorancia científica.
La conocía profundamente; hasta por pelos y señales.
La creencia en Dios es el recurso a la ignorancia científica.
La cuenta es lo que cuenta.
La curiosidad por saber es
hija del intelecto.
La cúspide de la ciencia se
va alcanzando subiendo poco a poco trabajosos escalones.
La diferencia entre los
logros científicos de ahora y los de antes es que ahora te alaban y antes te
podían quemar.
La empatía es la antesala del
amor.
La experiencia suele llegar
cuando ya no la necesitamos.
La fe consiste en dar por
buenas todas las monstruosidades de la creación.
La fe es el disfraz del
fanatismo.
La fe es el instrumento de que
se vale la iglesia para acallar las conciencias.
La fe es la mordaza de la
razón.
La fe es más difícil de mover
que una montaña.
La fe mueve montañas...de
dinero.
La fe mueve montañas, pero el
sexo mueve a la fe.
La felicidad no consiste en
conseguir cuanto quieres, sino en querer cuanto consigues.
La felicidad no está en las
cosas sino en nosotros.
La filosofía es el sucedáneo
de la ciencia.
La gente no entiende de
razones, sino de emociones.
La gente suele conceder más
crédito a la emotividad que a la razón.
La gran paradoja de la mente
humana es que es capaz de comprender que es incapaz de comprender.
La iglesia es un carro viejo
que va arrastrando las miserias de la ciencia.
La infelicidad es a veces una
carga congénita.
La juventud es un derroche de
inconsciencia.
La mancha de la calumnia es
indeleble.
La mejor comida es la que más
guste.
La mejor manera de acabar con las guerras, los crímenes, la pobreza y demás miserias humanas es apagando la televisión.
La mejor manera de acabar con las guerras, los crímenes, la pobreza y demás miserias humanas es apagando la televisión.
La mejor medida del coraje es
la capacidad de dominar la ira.
La moda no es lo que lleva
uno, sino lo que lleva a uno.
La obra de la creación es tan
inconmensurable que en ella el hombre es una partícula insignificante.
La pasión amorosa amplifica
el alma.
La pasión amorosa es
perecedera. El cariño, no.
La poesía es el arte de
conjugar armoniosamente la palabra con los sentimientos.
La política es para muchos el arte de
defender los intereses propios en nombre del pueblo.
La religión es una
macrosuperstición institucionalizada.
La sinceridad es una virtud
que suele acarrear muchos sinsabores.
La soledad se disfruta
sabiendo estar consigo mismo.
La ternura es el reposo a la
pasión.
La vida da sorpresas y las
sorpresas dan vida.
La voz es seducción; la
palabra, convencimiento.
Las lágrimas de sangre de una
imagen, el milagro de la sábana santa, la aparición de la virgen, etc., etc.,
son pruebas irrefutables de la existencia de Dios..., quien permite que ocurran
los más catastróficos, abyectos e inhumanos de los sucesos en el mundo...
Las palabras más
desconcertantes del idioma son ‘infinitud’ y ‘eternidad’.
Lo importante no es cómo se
empieza, sino cómo se acaba.
Lo importante es el
contenido, no el continente.
Lo importante no es saber
dónde esta el cielo, sino hacernos merecedores de él.
Lo malo no es que uno no crea en Dios sino que Dios no crea en uno.
Lo malo no es que uno no crea en Dios sino que Dios no crea en uno.
Lo que hace al hombre grande
no es su estatura física, sino su estatura moral.
Lo que interesa en una
persona no es el color de su piel, sino el color de su alma.
Lo último que hay es ser
pobre..., de sentimientos.
Lo único real en este mundo
es lo del más acá; lo del más allá es pura entelequia.
Los años sirven para algo más
que para hacerse viejo.
“Los designios de Dios son
inescrutables” es el sofisma de que se valen los que creen en un Dios
omnisciente, omnipotente e infinitamente bondadoso, para justificar las enormes
incongruencias y horrores de la creación.
Los meteorólogos son los profesionales más estresados que hay; siempre están con precipitaciones.
Los meteorólogos son los profesionales más estresados que hay; siempre están con precipitaciones.
Más antipático que una mesa
coja.
Más bueno que un niño..., durmiendo.
Más difícil es que un rico
entre en el reino de los cielos que un camello pase por el ojo de una aguja...;
pero si el camello va cargado de dinero, pasa por el ojo de la aguja.
Más repelente que la cara de
un torero enardecido.
Nadie piensa en nada.
No es el nombre el que hace
al hombre, sino el hombre el que hace al nombre.
No es la conciencia lo que me
preocupa, sino el instinto.
No es lo mismo sacar a
relucir los trapos sucios que las sábanas sucias.
No es más rico el que más
tiene, sino el que menos quiere.
No existe conversación más
elocuente que las miradas entre dos enamorados.
No hay arma más convincente
en una mujer que una sonrisa...,vertical.
No hay cosa que moleste más
que la verdad cuando no se tiene razón.
No hay mayor creyente que el
que quiere creer.
No hay mayor pobreza que la
ignorancia.
No hay que trabajar sólo para
llenar el bolsillo, sino para llenar la inteligencia y la conciencia.
Para gozar de un arte no es
necesario conocerlo, sino sentirlo.
Para muchos la mejor manera
de tener razón es no dejar hablar al otro.
Pensar es bueno.
¡Qué bueno es Dios!...en el
cielo.
Qué fea es la ignorancia.
Que lo importante es
participar es un sofisma. Lo importante es ganar.
Qué terrible es no hacer pie
cuando no se sabe nadar.
Quisiera ser contagiado por
un millón de bacterias de tu boca.
Raudo como un repartidor de
pizzas.
Recordar, recordar,
recordar...: delicia, tormento.
Saber es el arcón;
interpretar, la llave.
San agustín dijo: “hay que
creer para entender y entender para creer”, pero yo digo: “hay que entender
para creer, pero no creer para entender”.
Sarcasmo, mordacidad, son las
razones del que no tiene razón.
Se es rico por los bienes de
que se sabe prescindir.
Ser amado amando es la
felicidad suprema.
Si quieres saber lo bueno que
eres, muérete.
Si quieres saber lo que le
duele a alguien cuéntale lo que te duele a ti.
Si quieres saber los
padeceres de tu interlocutor cuéntale los tuyos.
Si quieres ser feliz haz feliz a otro
Si quieres ser feliz haz feliz a otro
Una persona es vieja cuando
mira al sexo como un juguete roto.
Uno es viejo cuando los demás
empiezan a decirle que está joven.
Yo sólo sé que sé lo que sé.