viernes, 1 de abril de 2011

HABLA POPULAR DE LANZAROTE


 

        HABLA  POPULAR  DE  LANZAROTE

        Por AgustínPallarés Padilla.

abajarse. v. Exonerar el vientre en descampado. “Antes la gente se solía abajar en un corral”.

abañar. v. Apañar, coger con codicia. “Ese tío es un ambicioso; abaña cuanto puede sin importarle los demás”.

abardado. adj. Abundante, que hay en gran cantidad. “En aquella pesquería estaba el pescao abardao”.

abarrenado. adj. De baja estatura, pero de complexión fuerte. “Es muy conocida la frase ‘chiquito pero abarrenao’. De parecido significado son las palabras atarranado* y tarranudo*.

abastecido. adj. Satisfecho, saciado. “Con este plato de caldo de pescado y media docena de ‘jigos picos’ ya estoy abastecío”.

abelian. m. (¿De habilidad?). Sensatez, cordura. “Esa muchacha es una loquinaria; no tiene abelián”.

abrigar. v. (Una planta). Construirle un abrigo.

abrigo. m. Murete de piedra seca con que se protege del viento una planta. “Los hoyos en que crecen las vides en La Geria tienen un abrigo”.

abrojo. m. Erial, terreno de piedras y tierra inculto. “Antes se plantaba cebada en muchos de los abrojos de la isla”.

abuja. f. Vulgarismo por aguja.

achipenque. m. Trasto. “En esta* almacén se van arrinconando todos los achipenques de la casa”.

acristianar. v. Dar nombre a los lugares. “Todos esos barrancos y morros están acristianados de viejo”.

agarrar. v. Coger, tomar un vehículo de transporte. “Desde que el barco llegó al puerto agarró un taxi y se jincó* en la casa”.

ag/jeñado. (Tener el comedero ag/jeñado). Tener la comida segura, garantizada. “Hombre, ricos no serán, pero por lo menos tienen el comeero ag/jeñao”.

agonal. m. Nombre de la hierba ‘Erucastrum canariense’. Tambié se le llama alcarcán*.

agua. f. Una infusión. “Una taza de agua”. II (De sazón). Lluvia serena que empapa la tierra sin correr. II (Del tiempo). La normal de lluvia.

aguaje. m. Revoltura de las aguas del mar producida por las olas al reventar*. II (De poco aguaje). De poco aguante. “Es un luchador de poco aguaje; se cansa pronto”.

¡aimería!. int. (¿De ave María? Expresión de ironía o asombro fingido. “¡Aimería! Qué cosas dice ese hombre”.

ajeliado. adj. (¿De aheleado? Enclenque, esmirriado. “¿Cómo pudo salir un hijo tan ajeliao de esa mujer tan farfantona*?

ajillarse. v. Dicho del millo*, no alcanzar su desarrollo normal, especialmente la piña* o mazorca.

ajillo. m. Nombre de la liliácea ‘Androcymbium psammophilum’, endemismo lanzaroteño que crece en los arenales extensos o jable*.

ajío. m. Ruido confuso, rebumbio*. “Llovió tan fuerte que se oía de lejos el ajío del barranco corriendo. II Golpe fuerte dado con el dorso de la mano. “Le pegó semejante* ajío que le rompió un diente”.

ajorar. v. Ajorear, espantar, ahuyentar, especialmente a los animales. “Con tantas gallinas sueltas que tiene alreor* de la casa se la pasa todo el día ajorándolas”.

ajoviar. v. Acosar el macho a la cabra para cubrirla emitiendo unos bufidos particulares.

ajoyar. v. (Por ahoyar). Abrir hoyos en la tierra para depositar la semilla o para transplantar una plantita.

ajulaga. El arbusto ‘Launaea arborescens’. “La ajulaga (más frecuentemente llamada ‘julaga’*) fue en tiempos pasados una excelente hornija”.

ajumado. adj. (Por ahumado). Algo borracho.

ajuriar. v. Ajorar*, espantar o soliviantar las cabras. “Esas cabras están ajuriadas de perro”.

alante. (Echado p’alante). Valentón, bravucón.

albiando. (Quedarse albiando). Quedarse chasqueado. “Creyó que iba a ganar esta partida, pero se quedó albiando”.

alborinco. m. Jaleo, alboroto. “Según llegaron los gigantes y los cabezúos al barrio se armó un alborinco de mieo, sobre todo entre la gente menúa”.

alburrión. m. Nombre del pájaro ‘Bucanetes githagineus’.

alcachofa. f. Nombre que se da en algunos lugares de la isla a la planta ‘Astydamia latifolia’. Es más conocida por servilleta*.

alcanzársela. Recibir un castigo si no cesa en algo que incomoda mucho. “Si no dejas de lloriquear te la vas a alcanzar”.

alcarcán. m. V. agonal*.

alcayata. (Doblar las alcayatas). Forma jocosa para expresar el acto de morirse.

aleteo. m. Acción de aletiar*.

aletiar. v. Coger las crías de las pardelas cuando grandes, en las noches oscuras encandilándolas con la luz de un mechón* cuando salen de sus huras para ejercitar las alas.

alfinel. (Ni el valor de un alfinel). Nada en absoluto. “Fue a costiar* y no jalló* ni el valor de un alfinel”.

alfinelejo. m. La hierba Erodium malacoides’. Su carácter más notable, que es el que le da nombre, es el pico recto y alargado del fruto, comparable por su aspecto con un alfiler.

algodadera. f. La mata ‘Chenoloides tomentosa’. “Si no alcuentran* otra cosa mejor, las cabras no desprecian a la algoaera”.

alguno. (Alguno tal cual). Alguno que otro.

alimal. Vulgarismo por animal.

allá. (De ahi más allá). Hace algún tiempo. “De ahi más allá estaban diciendo que iban a arreglar la carretera, pero hasta la fecha nada han hecho”.

almacén. f. (género cambiado). Almacén. “En algunas fincas hacen una almacencita pa guardar el arado y demás cosas de la labranza”. II Local en que se guarda un barco. “En La Playa del Seifío, en la costa de Mala, hay varias almacenes de piedra seca pa guardar los barquillos* o botes”.

almagre. m. Tierra requemada por superposición de una colada lávica, de color rojizo. Se usó para ornamentación de la cerámica y para embarrar* el queso.

alpargatas. (A quien veas en alpargatas por Navidad no le preguntes más). La vestimenta es señal clara del estado económico en que se encuentra una persona.

alpodadera. f. La hierba ‘Calendula aegyptiaca’. La alpoaera es una pequeña compuesta de flores amarillas, que crece erguida, poco ramificada, cuyas hojas ligeramente pilosas y algo pegajosas despiden un aroma bastante perceptible. Pero su carácter más curioso y distintivo es el fruto, que recuerda por su forma un turbante, o también un conjunto de orugas que convergen enroscadas hacia el centro. De Tahíche y de Haría he recogido para esta hierba el nombre de ‘alpo(d)a(d)era’, y de La Asomada y de Tinajo el de ‘alpaor’.

alreor. adv. Vulgarismo por alrededor.

alteroso. adj. Alto y abultado.

amanecida. (Estar de amanecida). Haber pasado la noche entera de parranda* o juerga. “El caballero este estuvo ayer de amanecida con una templaera que no se aclaraba”.

amarguento. adj. Amargo o tirando a amargo. “La cerveza gusta tanto por el sabor amarguento que tiene”.

amarrar. (Amarrar el burro al guayabero). Ir a enamorar, a hablar con la novia. II (Amarrar en corto). Controlar a una persona para que no se exceda en su conducta. “A este chico hay que amarrarlo en corto, porque se esta pasando de la raya”. II (Ni amarrado). Frase con que se expresa el hecho de no atreverse a hacer algo. “Después de lo que le pasó no sale solo de noche ni amarrado”.

amoscado, adj. Desconfiado, receloso. “Es un tío amoscao. Parece como si pensara que todo el mundo lo va a engañar”.

andoriña. Además de a la golondrina se da también este nombre al avión y a las diferentes especies de vencejos que nos visitan.

anejo. adj. Que huele a podrido, apestoso. "¡Ño!, tienes los zapatos anejos".

antodavía. Variante de entodavía*.

antonces. Vulgarismo por entonces.

anzuelo. (De mosca). Anzuelo de tamaño muy pequeño.

año. (Con los años quien no cojea renguea). Frase con que se da a entender que la vejez no se puede remediar. II (Una vez al año no hace daño). Frase con que se expresa que las cosas cogidas con moderación no son perjudiciales. II (Haber un par de años que…). Hacer bastantes años, no dos. “Qué cambiao estás. Ya había un par de años que no venías por aquí”.

¿aoslo? ¿A verlo? ¿Dónde está?

apalancar. Levantar con los brazos un objeto pesado flexionando las piernas y echando el busto hacia atrás. “¡Hombre fuerte! ¡Apalancó con ese tablón tan pesao y lo puso empinao contra la pared! II Llevarse algo ajeno de malos modos, sin consentimiento del dueño. “Cogió la caña del vecino y apalancó con ella sin decir una palabra”.

apañada. f. Operación de apañar* las cabras.

apañar. v. Reunir las cabras asilvestradas para disponer de ellas, acorralándolas y metiéndolas, por lo general, en unos corrales llamados cambuesas*, en donde las marcaban, les quitaban los baifos* que conviniera, etc. Es operación ya practicamente en desuso, pero que se realizaba en la isla hasta el siglo pasado.

apapapús. m. La abubilla (Upupa epops).

apararse. v. Pararse*, ponerse de pie. “Apárate pa que vean el cacho tesegue* que te has hecho”.

aperreado. Sujeto a sufrimientos y penurias. “Qué vida más aperriada la de esa pobre mujer, trabajando todo el día pa ganar cuatro perras”.

aprebar. v. Probar, degustar. “Apreba la comía pa ver si está buena de sal”.

apreparar-se. Preparar-se. “Aprepara los arrustres* y aprepárate tú, que vamos a ir a pescar”.

apretado. adj. Atrevido, osado, valiente. “Es un tío apretao. Se mete por esos riscos como si nada”.

apurruñado. adj. Maltratado, molestado. (Se emplea más en diminutivo, en plan cariñoso, referido a un niño). “Pobrecito, apurruñaíto”, le dice la madre al crío para consolarlo.

arboliao. adj. Excitado o alborotado por algún acontecimiento o suceso novedoso. “Con la llegada del circo está la gente arboliaa”.

arcó. m. Vulgarismo por alcohol.

arcontrar. v. Encontrar.

arder. (Tener a uno ardiendo). Tenerlo muy enfadado o indignado. “Mi marío, con tanta borrachera, me tiene ardiendo”. II (Arderse una planta o un fruto). Echarse a perder, estropearse, embicharse*.

ardueño. m. Ordeño.

arenque. m. Especie de sardina grande. Hace años era corriente ver en el mar mantadas* de lo que los pescadores creían ser arenques, por lo que los llamaban así, pero que eran en realidad sardinas de buen tamaño de la especie ‘Sardinella maderensis’. Solían ser, en unión de los palometones*, presa favorita de los guinchos* o águilas pescadoras. El verdadero arenque no vive en las latitudes de Canarias. II (Salir como el de los arenques). Quedar mal en un negocio. Parece ser que el origen de esta frase se encuentra en el hecho ocurrido a uno que se metió a comerciar con arenques y se arruinó.

arganeo m. Trozo inferior del sedal, de alambre grueso, en el que se empata el anzuelo, en la caña o en la liña* de pescar a meros u otros peces grandes.

argollado. adj. Que pasa apuros por no poder pagar una deuda. “Después que se metió en esos negocios se ha visto argollao más de una vez”.

armatroste. m. Epéntesis de armatoste.

armendar. v. Empalmar o unir por los extremos dos cosas alargadas. “Como la caña era chica y gorda le armendó una puntera* pa hacerla más cumplía*”. II Corregir el rumbo de una embarcación tanto a remo como a vela. “¡Armienda avante!”, le dice el que va mirando con el vidrio* al que lleva los remos.

armienda. f. (Ir de armienda). Desplazarse en la embarcación, sea a remo o a vela, durante las faenas de pesca, de un puesto o pesquero a otro. “Pa coger cuatro chifletas* tuvimos que ir de armienda en la chalana* toda la mañana”.

arneses. m. Bártulos, equipo o conjunto de cosas necesarias para realizar un determinado trabajo. “Prepara los arneses pa mañana ir a sembrar”.

arrebatar. v. Desbaratar. “El chinijo* tuyo no hace sino arrebatarle al mío las casitas que hace con la arena en la playa”.

arreglado. (arreglado a). Según, de acuerdo a. “Esa mujer, arregalao a la edad que tiene, luce todavía nueva*”.

arregüeste. m. Arregosto. “Si a uno le va bien un día en una pesquería le queda después el arregüeste”.

arrejundido. adj. Bien dotado o proporcionado fisicamente. “¡Vaya una muchacha bien arrejundía!”

arremoliniarse. Arremolinarse. “Tiró un tafullo* de engodo al agua y enseguida el pescado se arremolinió alreor* de él”.

arreparar. v. Preparar. “Arrepara el zurrón con el gofio, que vamos a arar”.

arrequintado. adj. Valiente, atrevido, osado. “Es chiquito, pero arrequintao”. II Fuerte, intenso. “Un calor arrequintao”. II Atiborrado, bien lleno. Tenía el cajón arrequintao de jareas*.

arrequintar. v. Pegar un golpe fuerte con el puño. “Tanto lo calentó hasta que le arrequintó una trompada”.

arretirar-se. v. Retirar-se.

arretrancado. adj. Local que está lleno de muebles mal dispuestos o de trastos o cosas que apenas permiten el paso.

arría. adv. Síncopa de arriba.

arrogante. adj. Fuerte, saludable, de buen aspecto. “Pepillo, que estuvo enfermo de ahi más allá, está ahora arrogante que da gusto verlo”.

arrumado. adj. En gran cantidad, espeso*. “En aquella pesquería estaban las salemas arrumadas”.

arrustres. m. Útiles, trebejos para la pesca. “No te olvides de llevar pa abordo la caja de los arrustres”.

asar. v. Importunar, fastidiar. “El muchacho con quien bailaba la tenía asada a preguntas y pisotones”.

ascuado. adj. Asqueado. “Estaba ascuao de ver tanta porquería”.

asegurar. v. Coger. “Anoche fue a pescar y aseguró tres meros”. II Dar, impactar. “Le aseguró con un bolico* en la cabeza, que casi lo mata”.

asentarse. v. Sentarse.

asolajiarse. v. Asolearse, ponerse colorado de coger sol. “Fue a pescar sin sombrero y llegó todo asoliajao”.

asoliado. adj. Enervado de haber cogido mucho sol, especialmente cuando se expone a él ex profeso para calentarse con sus rayos. II Se dice de una persona que no muestra la debida actividad cuando debiera. “¡Chacho, muévete! Parece que estás asoliao”.

asomada. f. Borde de un terreno más o menos allanado en el que se produce un desnivel acusado desde el que se domina una vista amplia a sus pies.

atacado. adj. Ahogado por la ira o enfado intenso. “Cuando se enteró del caso de su hija se quedó atacado”.

atajar. v. Impedir que una res avance en una dirección indebida desviándola. “¡Chacho*, ataja a esa cabra, que se va a meter en el sembrao!”. II Interrumpir a uno en lo que dice para hacerle una observación. “Perdone que lo ataje, caballero, pero eso no fue así como usted dice”.

atarranado. adj. Tarranudo*, abarrenado*; grueso de cuerpo, pero más bien bajo. Se aplica también a los animales. “Este camello no será grande, pero es atarranao”.

atoletiado. adj. Atontado, abobado. “Ese no se espabila ni por una apuesta. Siempre está medio atoletiao”.

atufón. adj. Que se atufa facilmente. “Vaya una chica atufona esa. No se le puede decir nada sin que lo tome por el lado malo”.

avental. m. Delantal.

aventarse. v. Hincharse, inflarse el queso

averilado. adj. Formando veril*.

aviarse. v. Darse prisa. “¡Chacha, avíate (luego*) que se va a hacer tarde!”.

avitolado. adj. Del mismo tamaño. “Un ripio avitolao”.

azafate. m. Bandeja. “Daba gusto ver aquel azafate lleno de truchas* hasta arriba”.

azafranero. m. La planta ‘Carlina salicifolia’.

azotea. f. La cabeza en sentido jocoso. “Ese hombre, por los disparates que dice no puede estar bien de la azotea”.
badulaque. adj. Despreciable, de escasa categoría moral. “No te lleves por las apariencias. Es un badulaque de mucho cuidado, de quien uno no se puede fiar”.

bagullaje. m. Piedrecitas, cascajo, escombros, cascotes. “Con todo ese bagullaje vamos a rellenar el hueco que queda entre las dos hiladas de la pared”.

baifa. (Echarle un puño a la baifa). Ir a hablar con la novia.

baifo. (Ïrsele a uno el baifo). Perder momentaneamente la memoria al querer recordar una cosa. “A esa viejita se le va el baifo a cada instante”.

baja. f. Escollo, arrecife.

bajurria. f. Olor del macho cabrío cuando está en celo. “Cuando las cabras están en marea* los machos apestan a bajurria”.

balango. adj. Vago, gandul. “Mira el balango ese. En vez de trabajar pa ganarse unas perras se la pasa todo el día echado”.

balcero. adj. Se dice de lo que no da fruto, como la vid que queda sin podar o la cabra que queda vacía o sin fecundar.

baluto. adj. Dícese del campo que está sin cultivar. “Esta finca la tengo baluta desde hace dos años que no llueve”. II Vacío, desocupado. “Desde que se le hizo ese agujero en el techo está la habitación baluta”. II Gandul, vago. “Ese tío está siempre baluto. No le gusta trabajar”.

banda. f. Lado con respecto a algo que está en medio. “La casa está por la banda allá de la montaña”.

banderear. v. Moverse como una bandera. “Cuando el barquillo puso proa al viento pegó* la vela a banderiar”.

banega. adj. Torpe, poco inteligente. “Ese muchacho es un banega. Ni remar sabe”.

baranda. (Irse de baranda). Caerse de lado o de costado. También se dice ‘de barandilla’. “Pisó mal en una piedra y se fue de baranda”.

barco. (Coger barco). Huir en un barco a otro país. “Temiendo que lo metieran en la cárcel cogió barco y se fue pa Venezuela”.

bardo. m. Cortavientos hecho con tallos de centeno cortados y alineados. “Los bardos de centeno se suelen usar en las huertas* de batatas”.

barra. f. Arrecife alargado que cierra una ensenada o entrante costero. “El Charco de Juan Rejón, en Arrecife, está cerrado por la barra de su nombre”.

barranco. (Llevárselo el barranco). Quedarse en la ruina. “No le fueron bien los negocios y se lo llevó el barranco”

barrilito. m. Nido fosilizado de insectos del género Antófora. “Por encima de La Playa del Lajero, al S de Arrieta, hay gran cantidad de barrilitos”.

barromareta. (¿De la extracción de barro de una mareta*?). Expresión que da lugar a frases ponderativas con que se quiere significar que determinada cosa no es fácil de realizar. “¿Tú te crees que eso es barromareta?. Pues no es tan sencillo como piensas”.

batatera. f. Nombre de la planta ‘Cistanche phelipaea’.

batumen. m. Desorden, revoltillo. “Fuerte batumen hay en este cuarto. Todo está virao de patas*”.

beber. v. Tomar agua un campo de cultivo cuando llueve. “Este pedazo de tierra, con lo que ha bebido con estas lluvias, tiene asegurada este año la cosecha”.

bejuco. m. Besito, beso corto de enamorado. “Mira aqullos dos tortolitos dándose bejucos allí en la esquina”.

belar. v. Balar. “El baifito* pegó* a belar desde que oyó a la madre”.

beletén. m. Belete*, calostro de la cabra.

belingo. m. Diversión, fiesta. “Para ése no hay penas; siempre está de belingo”.

belitre. adj. Tonto, estúpido. “¡Valiente belitre! No se da cuenta de las tonterias que dice”.

bellisco. m. Trocitos de carnada que se tiran al agua para atraer los peces. “Con estos bellisquitos de sardina seguro que viene el pescado”.

berbetona. f. Especie de chaqueta pesada y muy abrigada que se usó hasta mediados del siglo pasado.

bermejial. m. Aguas del mar sucias con el agua de lluvia de un barranco cuando corre llevando tierra. “¡Oiga! Semejante* bermejial se formó ayer por esa mar pa fuera con el agua del barranco”.

berol. m. La compuesta, ‘Kleinia neriifolia’, de tallos terminados, cuando está algo seca, en puntas que parecen dedos regordetes.

bezo. (Darle a uno por los bezos). Tomar la revancha. “Casi siempre le había ganado a las bolas, pero hoy le dio por los bezos”.

bicácaro. adj. Bizco. “El chinijo* este tiene los ojos medio bicácaros”.

bicho (Bicho peludo). El gusano marino que suele verse en los charcos de marea baja, ‘Hermodice carunculata’. II (Bicho ruin). Persona mala, falta de buenos sentimientos. “Ese hombre es un bicho ruin. Ni a los padres los respeta”.

bigareño. adj. Clase de higo que se da por el norte de la isla.

bobito. adj. Expresión de cariño. “Que no, bobito, que yo lo decía en broma”.

bobo. m. El arbusto ‘Nicotiana glauca’. No se sabe con certeza de qué le pueda venir este nombre. Parece ser, no obstante, según vagas especulaciones, que pueda deberse al hecho de haber sido considerado en principio, dada su similitud con su congénere el tabaco, que fuera calificado como un tabaco “bobo” por su falta de valor para este uso. También se le llama en Lanzarote tabaco moro, leñero* y venenero* y ultimamente, por error, tabobo, nombre que corresponde a la abubilla.

boca. (Cielo de la boca). Paladar.

bolico. m. Piedra redondeada, más bien grande, pero que cabe en la mano. “Le tiró un bolico y le abrió una jeta en la cabeza”.

boquino. adj. De labio leporino. “Era boquino. Tenía el labio partío”.

borujo. m. Burujo, bulto de algo envuelto o enrollado de forma irregular. “Le vi tirar un borujo al mar y luego supe que era un pandullo* de engodo*”.

botar. v. Echar el barco al agua. “Vamos a botar el barco ahora que la marea está llena”. II Hacer algo de forma precipitada e imprudente. “Está atipada porque no se bota a comer cosas que engordan”. II Abalanzarse para ser el primero. “Chacho, bótate a cogerlo antes de que te lo quite otro”. II (Botar años pa atrás). Envejecer. “¿Cómo se jalla el hombre? ¿Yo? Botando años pa atrás”.

boto. adj. Embotado, entumecido. “De sentarse mal se le quedó una pierna bota”.

bravera. f. Chimenea del horno.

braza. (Las cuarenta brazas). En Arrecife, prostíbulo.

breva. (Estar la breva madura). Estar un asunto en sazón, en el momento adecuado. “Ya hablaremos de eso cuando esté la breva madura. Todavía no ha llegado el momento”.

brujiento. adj. Áspero al tacto, rugoso. Se dice también del terreno rocoso de superficie irregular. “A los melones carrasqueños* se les llama así porque tienen cáscara brujienta”.

brusca. f. La planta o mata ‘Suaeda vermiculata’. Es un arbusto bajo, de ramas leñosas quebradizas y hojas suculentas pequeñitas, todas del mismo color en cada individuo, pero que puede variar de un ejemplar a otro. También es conocido en la isla por el nombre de mato pardo*.

buche. (Buche pelao). Correveidile, chismoso. “¡Valiente buche pelao! No hace más que andar con cuentos de la vida de los demás”.

budión rey. m. El pez ‘Labrus bergylta’. También se le llama ‘romero de vieja’.

buenas. Saludo que se da al llegar. “Buenas. ¿Cómo anda la gente?”

¡bues! Exclamación de suficiencia con que se expresa que lo que le dicen a uno como novedad era ya bien sabido por él. “¡Bues! ¿Y eso era lo que tenías que decirme con tanto secreto?”.

bufeo. m. El cetáceo calderón. “El otro día pasaron rente al barquillo* unos bufeos negros, grandes”.

bufiadero. m. Variante de bufadero*, agujero en el techo de una covacha a la orilla del mar por donde sale expelido con fuerza el agua, pulverizada por la presión ejercida por las olas al entrar. “El bufiadero de La Punta de la Sonda, en La Graciosa, echa una columna de más de 15 m de altura”.

bujero. m. Vulgarismo por agujero.

bula. f. Variante de lula, el calamar ‘Ommatrostephes vulgaris’. “Las bulas vuelan fuera del agua y son comida favorita de las pardelas”.

bureo. m. Belingo, ganas de fiesta y diversión. “Vaya un muchacho alegre; siempre está de bureo con los amiguetes”.

burgao. m. Los caracoles ‘Gibbula candei’ y ‘Osilinus trappei’. A este último se le distingue con el apelativo de burgao macho. “Los burgaos hervidos y puestos en vinagre son cosa buena”. II (Burgao moro). El caracol ‘Astraea rugosa’. El burgao moro tiene un opérculo muy llamativo, gordo, liso y de color anaranjado por la cara exterior. II (Estar sacando burgaos). Urgarse la nariz con el dedo.

burra. f. Caballete para aserrar.

burranco. adj. Burro, torpe, ignorante. “El burranco ese nunca será un hombre de provecho; no es capaz de aprenderse una lección”.

burrión. m. Variante de alburrión*.

burro (Qué burro se irá a morir). Frase con que se expresa un mal augurio de algo que va a suceder. “Hoy se levantó de mal humor. ¡Qué burro se irá a morir!”.

buscar. v. Traer, ir a por alguien o a por algo. “Ir a buscar agua, o leña, etc., o a una persona.

caballería. f. Caballerosidad, distinción social. “Se ve enseguida que es un señor de mucha caballería”.

cabeceadura. f. Tozudez, obstinación, terquedad. “Desde hace tiempo está con la cabeciaúra de que dormir sentado es malo”.

caboco. m. Cueva vertical o pequeña sima abierta en suelo rocoso. “En La Cueva de los Cabocos de Alegranza crían* muchas pardelas”.

cabula. f. Nudo que se hacía en la liña* de pescar en aquellos sitios en que estaba desgastada por el rozamiento excesivo para que no se rompiera por allí. “Hazle una cabula a la liña* por aquí que está media* findanga* y va a terminar por partirse”.

cacariando. (Quedarse, salir, etc. cacariando). Expresión equivalente a quedarse, salir, etc. con el rabo entre las piernas. “Vino creyendo que iba a darle una lección, pero salió cacariando”.

cachimba. (Llenarle o tenerle a uno la cachimba llena). Agotarle la paciencia, estar a punto de hacerle perder los estribos. “Con tanta mentira ya me tienes llena la cachimba”.

cachiporra. adj. Torpe, que no hace nada a derechas. “¡Valiente cachiporra es ese hombre!. Todo lo hace al revés”.

cacho. m. Cantidad, medida. “Tu hijo es un cacho más grande y más serio que tú”.

cachorra. f. Gorra. “Ese no se quita la cachorra ni pa dormir”.

cachundeo. m. Variante de cachondeo.

cada. (Ca(da) uno es ca(da) uno). Sentencia o adagio equivalente a ‘genio y figura hasta la sepultura’.

caer (Ya te caíste). Frase capciosa equivalente a ‘ya te cogí’. “Conque me querías engañar, eh. Pues ya te caíste, porque yo sabía que eso no era verdad”.

cafén. Vulgarismo por café.

cágalo. m. Págalo, ave marina del género ‘stercorario. “Los cágalos acosan a las gaviotas hasta hacerles devolver lo que llevan en el buche para comérselo ellas”.

caidas. f. Ganancias extras que “caen” fuera del sueldo normal. “El director de la empresa se gana su buen sueldo más las caidas que logra apañar por su cuenta”.

caíl. m. En Lanzarote no es hierba que pertenezca al género ‘medicago’, sino la ‘Emex spinosa’, una poligonácea. “Un caíl, si no se tiene cuidado al arrancarlo, ensarta* al más pintado con las espinitas que tiene que apenas se ven”.

caja. (Estar como la caja de los turrones). Encontrarse en todos sitios. (Por la caja en que los turroneros llevaban su mercancía a las fiestas). “Vaya una mujer novelera*. Está donde quiera como la caja de los turrones”.

cajeta. adj. Tonto, estúpido. “¡Valiente cajeta! Y encima se las da de listo el tío”.

calacimbre. m. Alambre de acero fino. “El calacimbre se usa para la prima de las guitarras y a veces para la parte inferior del sedal que va unida al anzuelo”.

calaportal. m. En la pesca en la costa de África la captura hecha fuera de las horas de la jornada laboral, que era propiedad del marinero que la hacía”.

calcosa. f. La planta arbustiva ‘Rumex lunaria’. Fue traída de El Hierro en las primeras décadas del siglo pasado para usarla como planta forrajera, razón por la cual se le da el mismo nombre que en aquella isla y no el de vinagrera* que tiene en otras del archipiélago, como se hace en los tratados de botánica. La auténtica vinagrera de Lanzarote es su congére ‘R. vesicarius’.

caldeado. adj. Caluroso. “Ayer estuvo el día caldiao hasta en la sombra”.

caldear. v. Calentar el horno. “Mientras yo voy amasando vete tú a buscar* leña pa caldiar el horno”.

caldereta. f. Caldera o cráter de volcán pequeño.

calentona. f. Mujer ardiente. “Ese pobre muchacho se está quedando en los huesos. Claro, con la novia calentona que tiene, no le digo…”.

calera (Fumar como una calera). Fumar mucho. “Hoy las mujeres fuman como una calera lo mismo que los hombres”.

caletón. m. Cala o entrante costero de paredes por lo general averiladas*, de aguas profundas y, a diferencia de las caletas, sin callaos* al fondo o rincón terminal.

calicanto. m. Roca muy friable formada por lapilli compactado con tierra arcillosa. “Las faldas del Lomo de San Andrés (Mozaga) están formadas en gran parte por calicanto cubierto de tierra”.

callao. (vivo). Se dice del callao* o canto rodado grande, duro y muy alisado. II (Darle a uno con un callao en la frente). Se dice, con manifiesta hipérbole, del castigo que merece una acción indigna. “¡Qué feo lo que hizo!. Estuvo como pa darle con un callao en la frente”. Pienso si no será una reminiscencia del sistema de ajusticiamiento que según se dice aplicaban los primitivos habitantes de la isla a los que cometían un crimen muy grave, consistente en aplastarles el cráneo con una piedra de esta natraleza.

cama (redonda). Modo de dormir que usaba antes la gente humilde para alojar a familiares que venían a pasar con ellos unos días. Consistía en tender sobre el suelo de una habitación una camada de paja sobre la que se echaban directamente o luego de cubrirla con mantas. Por la mañana, al levantarse, se amontonaba la paja en un rincón hasta la noche siguiente en que se volvía a habilitar como lecho de la misma manera.

camalión. m. Quisquilla, el crustáceo ‘Palaemon elegans’, de cuerpo translúcido, que vive normalmente en los charcos. “Las tortillas de camaliones son cosa fina”.

cambuesa. f. (Se ve escrito normalmente ‘gambuesa’, con /g/ al principio, pero yo lo he recogido siempre aquí en Lanzarote, de viva voz, en la forma ‘cambuesa, con el sonido /c/) claramente articulado en lugar de /g/. Corral grande en que se metían las cabras durante la apañada*. En Lanzarote hay varios topónimos que llevan el componente ‘cambuesa’, con sus correspondientes corrales.

camellada. f. Conjunto de camellos ocupados en un mismo trabajo. “Cuando se termina el trabajo con los turistas en La Montaña del Fuego se lleva la camellada de nuevo a sus gallanías* en Uga”.

camellita. (Cogerle a uno la camellita). Conocer el punto flaco de alguien y abusar de él aprovechándose de tal circunstancia. “Perico, que es un bicho ruin, le ha cogido la camellita al buenazo de Juanillo y hace de él lo que quiere”.

camello. (A camello regalado no se le mira la corcova). Dicho equivalente a ‘a caballo regalado no se le mira el diente’.

caminar. (¡Camina! Exclamación conminatoria que se le dice a alguien para que se marche. “¡Camina, lárgate, fuera de aquí”.

camino. (Traer camino). Provenir, derivar, ser consecuencia de. “Ese amulamiento* trae camino de una mentira que el hermano le dijo el otro día”. II (De camino). De paso. “Si vas a la loja* tráeme de camino unos jigos* porretas*”.

camisa. (Echarse la camisa por fuera). Correrse una juerga* con borrachera. “El caballero este se echó la camisa por fuera anoche”.

candil. (Pa semejante candil es mejor estar al oscuro). Ser peor el remedio que la enfermedad.

caneca. Depósito del agua en los antiguos barcos costeros. Consistía en un barril con boca superior por la que se sacaba el agua valiéndose de un cacharrito o bote al que se le ponía un mango largo.

caneco. m. cualquier recipiente o cacharro de aspecto viejo. “¿Y pa qué quieres tú esos canecos jerrumbrientos*?”.

canga. (Doblar la canga). forma jocosa del verbo morirse. “El pobre hombre estuvo tan enfermo que creíamos que iba a doblar la canga”.

cangrejo. (Cangrejo colorado). El ‘Grapsus grapsus’. En absoluto se le conoce en Lanzarote a nivel popular por cangrejo rojo como se empeñan en llamarlo los biólogos en los tratados de zoología. Todo lo más se llama en ocasiones, sólo a los juveniles, por su coloración oscura, ‘cangrejo moro’. “Los cangrejos colorados se cogen de noche encandilándolos con un mechón”. II Cangrejo blanco). El ‘Plagusia depressa’. “El cangrejo blanco es más pequeño que el colorado, y a diferencia de éste está siempre dentro del agua en los charcos”. II (Cangrejo de jallo). Especie que vive en pecios flotantes que crían anatifas y musgos. “El cangrejo de jallo es pequeño, de un par de centímetros como máximo el caparazón, y tienen un color algo sonrosado”. II (Cangrejo mordión). El ‘Pachygrapsus transversus’. “El cangrejo mordión es pequeño, pero robusto, y su mordedura, a pesar de su pequeño tamaño, es bastante molesta”. II (Echar a uno de cangrejo). Echarlo a pelear con otro más fuerte para calibrar la calidad de éste como contrincante del que lo echa. “El abusador de Juan echó al pobre Pepillo de cangrejo para ver si el podría luego enfrentarse a aquel grandullón”.

canilla. f. Tibia. “De ahi más allá sacaron de ese rincón, donde estaban enterrados, unos huesos de majos* entre los que había unas canillas de lo menos tres palmos de largo”.

cántara. f. En La Graciosa, el molusco bivalvo ‘Spondylus senegalensis’, también llamado en Lanzarote ostrón*. “Las valvas de las cántaras se han usado como ceniceros o pisapapeles”.

canto. (Al canto arriba). En lo alto, en la parte alta. “La perra, siguiendo un conejo, fue a tener al canto arría del morro”. II (En el canto del infierno). Muy lejos. “Eso está pa allá pa fuera, en el canto del infierno”.

caña. (Y la caña pescando). Frase humorística con que se quiere significar que la cosa sigue. “Ya tiene cinco hijos, y la caña pescando”.

cañalizo. m. Canalizo, formación natural larga y estrecha parecida a un canal. “Punta Delgada, en la isla de Alegranza, está separada de tierra por El Cañalizo, un canal natural que parece de hechura artificial por lo perfecto que es”. II Pasillo o corredor de estas características en una casa. “En Arrecife hay casas antiguas que tienen un pasillo tan largo y estrecho que lo llaman el cañalizo”.

cañuela. f. Caña delgada, hueca por dentro todo a lo largo, que se usaba en los barcos que iban a la pesca de la costa de África para sacar el agua de beber de la caneca* o barril que la contenía, haciéndola funcionar como una pipeta.

caparacho. m. Variante de carapacho o caparazón del cangrejo. II (Pa mi caparacho). Para mis adentros, en mi opinión. “Pa mi caparacho que ése está enamoraíto perdío de la vecinita”.

capirro. adj. Persona algo tonta o subnormal por efecto de consanguinidad en sus progenitores. “El pobre nació capirro. Eso pasa por casarse los padres siendo parientes cercanos”.

cara. (Dar de cara una cosa). Resultar desagradable o cansar una cosa por hastío. “Comer arroz con leche con mucha frecuencia termina por dar de cara”.

¡caracho! int. ¡Caramba! Seguramente forma eufémica de carajo. “¡Ah caracho! Si hubiera sabido lo que iba a pasar no vengo”.

carcadero. m. Conchero; montón de conchas de lapas. “A los majos, la gente de antes, les gustaba mucho las lapas. Por ahi se ve cada carcadero que da mieo”.

carcahueso. m. Terreno de mala calidad impropio para el cultivo. “Hasta en los carcahuesos se cogía antes barrilla*”. II Lugar en los que se tiraban los animales grandes muertos.

carnada. (mansa). El cangrejito ‘Xantho pilipes’, y alguna otra especie afín, utilizados como carnada para la pesca de la vieja*. “Las carnadas mansas, cuando se cogían muchas, se guisaban y se les echaba sal para conservarlas durante varios días”.

caroso. (Dejar el caroso* por el grano). Ir al fondo de la cuestión. “Mira, déjate de historias y vamos a lo que interesa, hombre. En estos casos hay que dejar el caroso por el grano”.

carrera. f. Espacio del mar en que se curriquia* con embarcaciones. “Al norte del Roque del Este se encuentra una de las mejores carreras del Archipiélago Chinijo, y lleva precisamente este nombre de La Carrera”.

carruncha. f. Huesera*; instrumento musical de acompañamiento compuesto por una serie sucesiva de pequeños huesos puestos transversalmente sobre un armazón, sobre los que se pasa ritmicamente un palillo. “La carruncha es uno de los instrumentos de música más rústicos del folclore de las islas”.

carta. (Echar una carta). En plan humorístico, defecar, evacuar el vientre. “¿Dónde está tu amigo? Debe estar detrás de aquella peña, pues me dijo que iba a echar una carta”.

cartilla. (Enseñarle a uno la cartilla). Darle una lección en plan reprimenda. “Se las quería dar de listo, pero el otro le enseñó la cartilla enseguida y le cortó las alas”.

casa. f. Hura o covacha donde anida la pardela. “En Alegranza hay casas de pardelas por todos sitios”.

cascabullo. adj. Persona despreciable. “No le hagas caso; ese es un cascabullo”.

casco. (Liviano de cascos). Ligero de cascos, de poco fundamento o cordura. “Esa muchacha es liviana de cascos. Su conducta con los hombres no es muy apropiada que digamos”.

casliar. v. Forma vulgar de carlear; jadear. “¡Chacho! Corrí tanto que me quedé casliando”.

castellana. adj. Dícese de la mujer sin vellos en el pubis. “A esa no le hace falta afeitarse sus partes; es castellana”.

cataplines. m. Testículos. (Tócame los cataplines). Frase desenfadada con que se contesta a alguien de cierta confianza que dice una inconveniencia. “¿Que te preste cinco duros? Sí, hombre. ¡Tócame los cataplines!”.

cebadilla. f. La gramínea ‘Hordeum murinum’.

cebolla. (almorrana). La Planta de la familia de las aliáceas ‘Haemorroidales’.

cebollino gato. La aliácea ‘Allium subhirsutum’.

cejo. m. Covacha apaisada y poco profunda en la base de un risco. “La cabra se guareció de la lluvia en un cejo”.

celador. m. Antiguo guardia municipal. “Antes había siempre por lo menos un celador guardando el orden en la recova*

celaje. (Estar mirando pa los celajes). No poner atención, estar distraído. “Nunca pones cuidao a lo que se te dice, hombre. Siempre estás mirando pa los celajes”.

cerca. f. Cercado. “A las fincas cerradas con una pared de piedra se les llama en la isla cerca”.

cerco. m. Corral grande para cabras. “Por El Cuchillo, barriada de Tinajo, he encontrado esta denominación de cerco aplicada a un corral grande para encerrar cabras”.

cernirse. v. Expeler un pedo silencioso. “¡Fos!, el jodío chiquillo. Ya se cirnió otra vez”.

cerradero. m. Paso a la orilla del mar que sólo se puede salvar a marea vacía por quedar inundado al subir las aguas. Otro término equivalente es el de trancadero*.

cerraja. f. También llamada cerraja dulce*, es una hierba muy común en Lanzarote. “en tiempos pasados de escasez y miseria era consumida por la gente. Tiene un sabor que recuerda el de la lechuga”.

cerro. (Pasarle a uno la mano por el cerro). Halagarlo para obtener algo de él. “Si quieres conseguir algo del dueño pásale la mano por el cerro regalándole unas viejitas* secas”.

chabera. f. Especie de parásito de aspecto de grano de arroz alargado que vive enquistado en la carne de algunos peces. “En las morenas es frecuente encontrar chaberas”.

chaboco. m. Hoyo grande abierto en el suelo rocoso, tanto de forma natural como artificial, en el que se plantan árboles frutales, preferentemente higueras. “Las célebres burbujas volcánicas de la Fundación César Manrique eran chabocos”.

chabusquillo. m. Plantas pertenecientes al género franquenia, de las que hay unas tres especies en la isla de aspecto parecido entre sí. “Los chabusquillos crecen tanto en lugares próximos a la costa como en los más altos niveles de la isla. Son matitas de ramaje denso, hojas pequeñitas y florecillas rosáceas o blancas”.

chacueco. adj. Achacoso, con los bronquios llenos de flema. “El pobre viejo está chacueco perdido; apenas puede respirar”. También se dice chaclueco*.

chaflán. m. Chaplón*, escalón a la puerta de una casa.

chalisca. f. Grieta grande en una colada lávica. “En esa chalisca se cayó un perro de ahi más allá y tuvieron que sacarlo porque no podía salir solo”.

chamberga. (A la moda chamberga). Dicho de cómo se va vestido de forma estrafalaria. “Ese hombre va siempre vestido a la moa chamberga, hecho un mamarracho”.

chamusquina. f. Enfado leve y pasajero. También se dice refatiña*. “Apenas le dicen en broma alguna cosa de la novia a ese niñato, le entra la chamusquina”.

chapa. f. Sembrado pequeño. “Ahí, al pie de esa montaña, tiene ese hombre un par de chapas que le dan algo de cebada”.

chapaleta. f. Paleta para remar con las manos. “En los jolateros* se rema con chapaletas”.

charamusca. f. Poca cosa donde normalmente se espera que haya mayor cantidad. “De toda la cebada que se plantó en este pedazo no salió sino una charamusca de nada”.

charco. (Levantar charcos). Sistema de captura de peces consistente en levantar una pared de piedra seca a la entrada de una ensenadita remansada de boca estrecha, por encima de la cual pasan los peces con la marea alta, y al no advertir que el nivel del mar desciende por debajo de la altura de la pared quedan presos dentro, siendo fácil cogerlos luego. También se le llama a esta modalidad de pesca ‘levantar paredes’*. II (A llorar al charco). Frase jocoso-reprobatoria que se dice a quien no supo aprovechar la oportunidad cuando debió hacerlo. “Pudiste haberlo comprado cuando estaba barato y dejaste pasar la ocasión. ¡A llorar al charco ahora!”.

charrasco. m. Arma blanca grande. “Antes era costumbre que los hombres llevaran unos charrascos o cuchillos grandes como arma defensiva o disuasoria o simplemente para las necesidades que lo requirieran”.

chascarse. v. Matar por accidente. “Fue a pasar la carretera, no miró bien, y un coche se lo chascó”.

cherne. (Con los ojos como un cherne). Con los ojos muy abiertos y algo salidos de las órbitas por encontrarse en situación de apuro o asombrado. “Se cayó al agua, no sabía nadar y cuando lo fueron a sacar tenía los ojos como un cherne”.

chibirete. m. Corte que se hace en la cola al pescado salpreso para doblársela hacia delante y acortar así el largo del pescado.

chibusquillo. m. La hierba ‘Astragalus hamosus’. “El chibusquillo es una fabácea cuyas legumbres tienen forma de anzuelo”. También se le llama ‘cuerno carnero’.

chícharo. m. Pedo estridente. “Oiga, se pegó el tío un chícharo que casi nos deja sordos”.

chiche. m. Vulva de la niña.

chijado. adj. Variante de chisgado*, asustado. “Cuando se le apareció el camello en aquel descampado se quedó chijado.”

chijo. m. Miedo acusado. “Fuerte chijo le entró cuando estaba en la pesquería y vio venir aquella marejada”. II Diarrea. “No sé qué diablos pudo haber comido pa que le entrara aquel chijo”.

chilla. (Nuevito en chilla). Completamente nuevo. “Fue a costiar* y se jalló* un balde de plástico nuevito en chilla”.

chimbambas. (Mandar pa las chimbambas). Tirar algo lo más lejos posible. “Jodíos chiquillos. Como no dejen de molestar con esa pelota la voy a mandar pa las chimbambas”.

chinchoso. adj. Muy molesto. “¡Mi madre! Vaya una mujer chinchosa con el guineo* de su enfermedad”. II (Más chinchoso que una mosca). Muy molesto o latoso. “Ese tío es más chinchoso que una mosca. Desde que aparece por aquí todo el mundo le juye*”.

chingarse. v. Fastidiarse, jeringarse*. “Pues ahora tienes que chingarte por no haber hecho las cosas como te dije”.

chinguido. m. Chingo*. Chorro fino. “¡Vaya un chiquillo ruin! Se llenó la boca de agua y le echó un chinguido por entre los dientes en la cara al amiguito”.

chinipa. f. La pequeña fabácea ‘Vicia tetrasperma’, también conocida con el diminutivo de chinipita*.

chinipilla. f. La hierbecilla ‘Anagallis arvensis’, también llamada ‘matapiojos’ y ‘huevillo (de) pájaro’. La chinipilla es una plantita mu vistosa y de órganos muy netos, que ofrece la particularidad de tener flores azules unos individuos y rosas otros”.

chiquillaje. m. Chiquillos colectivamente. “Todo el chiquillaje del barrio se reúne por la tarde a jugar en esta plaza”.

chiquinajo. adj. Pequeñajo. Se aplica despectivamente a un niño. “¡Oye!, pero mira el chiquinajo ese qué entrometío es”.

chiribitales. m. Eriales, andurriales. “Antes se iba a coger leña por esos chiribitales”.

chiringuito. m. Barraca o caseta en que se expenden bebidas alcohólicas. “Siempre estaba engodao* en el chiringuito ese de ahí en frente bebiendo vino”.

chirlate. f. (Pronunciada por algunos, chislate e incluso chilate, nombres estos tres que también se dan a la ‘Hordeum murinum’). La gramínea ‘Stipa capensis’, que forma extensos pastizales amarillos al secarse, como ocurre al sur del pueblo de Mácher (donde tambien la llaman pajaza*), a ambos lados de la carretera que baja hacia Puerto Calero, y por todas aquellas llanuras.

chirle. (Agua chirle). Caldo sin sustancia. “¿Pero qué rayo de sopa viniste a hacer aquí? Esto no es más que agua chirle”.

chirrimil. (Pa muestra con un chirrimil basta). Frase con que se da a entender la poca importancia que tiene una cosa o asunto, pues un chirrimil es un caracol tan pequeño que nadie se ocupa de él por su falta de interés para el consumo.

chocho. (No ganar ni pa chochos). No ganar nada o casi nada. “Si no se quita este mal tiempo pa poder salir a la mar no vamos a ganar ni pa chochos esta semana”.

chola. (Arrastrar las cholas*) Estar viejo. “Ese pobre ya está arrastrando las cholas. Los años no perdonan”.

chopa. La cucaracha ‘Eucophaea maderae’. Es grande, de hasta 45 mm, con alas, de color caneloso. También se le conoce, por su costumbre de levantar vuelo en ocasiones, con el nombre de ‘cuca volona’. II (Chopa perezosa). El pez ‘Kyphosus sectator’. Es parecida, a primera vista, a la chopa común por la forma y el color, pero más grande. En Lanzarote es rara, y suele vérsela siempre sola en la misma pesquería”.

chorrillo. m. Diarrea. “Seguramente comió algo que estaba malo porque le entró un chorrillo que hasta se resumió los pantalones”.

choza. (Irse pa la choza). Expresión jocosa o bonhumorada equivalente a ‘irse pa casa’. “Bueno, ya me voy pa la choza, que se está haciendo tarde. Hasta mañana entonces”.

chuchanga. f. El caracol terrestre ‘Theba pisana’. Es con mucho el caracol de tierra más común de Lanzarote y sus isletas. En algunos arenales de jable* suelen verse ajulagas* resecas materialmente cubiertas de estos caracoles descoloridos por el sol”. Por la zona norte de la isla se le llama chuchaina.

chamizo. m. Secreción, aguaza. II En plan desenfadado, vulva de la mujer.

chungo. adj. chungón, bromista, jocoso. “Este hombre no tiene seriedad ninguna. La mayor parte del tiempo se la pasa hablando en plan chungo”.

chupado. adj. Dícese de la tierra reseca de un campo de cultivo. “Si no llueve, con esa tierra chupada de la finca es imposible plantar nada este año en ella”. II (Estar chupado) Ser fácil de conseguir. “Eso está chupao. No tengo problema pa hacerlo”.

churro. (De churro). De casualidad. Se emplea mucho en el juego del billar. “Hacer una carambola de churro”. “Ni de churro coges tú más pescao que yo”

chusquillo. m. Otro nombre de la leguminosa ‘Astragalus hamosus’.

chuzo. m. Lanza, lata* o pértiga del pastor, que lleva un hierro en el extremo inferior. “Antes los pastores llevaban siempre un chuzo o lanza para ayudarse a andar, sobre todo por terrenos accidentados”.

cisquerío. m. Abundancia de ciscos. “Cada vez que se come un cacho de pan deja un cisquerío de migas botadas por el suelo”.

cisterna. f. Aljibe redondo. Según gente de edad con quien he hablado del tema, en algunos lugares de la isla a los aljibes redondos se les llamaba por lo general cisternas”.

claca. f. El cirrípedo ‘Megabalanus azoricus’. “Las clacas figuran entre los mariscos más sabrosos que se cogen en las costas de nuestras islas, a pesar de lo cual son ignoradas por los buenos gourmets”.

clarea. f. Clara en el cabello o en la vegetación. “Dentro de poco se queda calvo. Fíjate las clareas que tiene en la coronilla”. “Ha llovido tan poco que el sembrado está lleno de clareas”. II Rendija a través de la cual se cuela la luz. “La puerta está tan vieja que se le han abierto muchas clareas”.

claro. (A las claras del día). A las primeras luces del día. “Se levantó a las claras del día porque tenía que trabajar desde muy temprano”.

clavo. m. Clavo grande. “En Lanzarote se reserva el nombre de clavo sólo para los de gran tamaño y a los demás se les llama tachas*.

clico. m. Cierto molusco bivalvo de la isla muy apreciado en tiempos pasados que parece haberse extinguido. “El Charco de los Clicos, en El Golfo, se le llama así porque en él había muchas de estas almejitas”.

cloca. f. Vuelta o aduja en el alambre por la que, al rducirla, termina por romperse. “Cuando se pescaba a viejas* con alambre de cobre había que tener mucho cuidado de que no se formaran clocas porque entonces se rompía fácilmente por ellas”.

cobardica. adj. Miedoso, pusilánime, poco decidido. “Ese no tiene carácter para atreverse a hacer lo que le dijeron; es un cobardica”.

cocina. (Tener la cocina ahumada). Tener ya vellos en el pubis un muchacho o muchacha. “Esa chiquilla, con sus doce años, ya debe tener la cocina ajumaa”.

codeso. m. El arbustillo ‘Ononis natrix’. “El codeso (coeso en dicción popular) suele crecer en los arenales de jable*. Sus flores amariposadas son amarillas y las hojas algo pegajosas”.

cogotudo. adj. Insolente, respondón. “En vez de contestar con educación cuando se le preguntan esas cosas, que son en verdad razonables, se pone el tío cogotudo”.

cojombrillo. (Por cohombrillo). m. La planta ‘Citrullus colocynthis’. “Es una cucurbitácea silvestre, de troncos y hojas muy híspidos –cubiertos de pelos cortos y rígidos– y frutos globulares de varios centímetros de diámetro”.

colgar. (Y lo que cuelga). Frase chusca con la que se expresa que aún queda más para completar lo que se lleva conseguido. “¿Tienes muchos hijos? Hasta ahora cinco. ¡Y lo que cuelga!”.

collera. (Meter en collera). Meter en cintura. “Este chiquillo es tan travieso que no hay quien lo meta en collera”.

colmo. adj. Colmado. “Deme una tacita colma de tafeña*”.

colombrillo. m. La planta ‘Bryonia verrucosa’. El colombrillo es una cucurbitácea algo venenosa, endémica de Canarias, que se distingue por sus larguísimas ramas que parecen alambres o cordeles y sus frutos esféricos del tamaño de una nuez. Se le llama también en Lanzarote cojombrillo* (por cohombrillo), higo del diablo y perejil venenoso.

comestina. f. Deseo imperioso. “La muchacha le decía a la madre: tengo una comestina por ir al baile, ma, que pa qué le cuento”.

comparado. adj. Dícese del jovenzuelo que pretende ponerse en conducta a la altura de personas mayores. “¡Valiente comparao! Pues no pretende ya ir al baile como un hombre”.

¡cónchale/s! Exclamación con que se enfatiza lo que se dice. “¡Cónchales!, casi me trillo* el dedo”.

conejo (de vaca). m. Molusco del género aplasia. “Los conejos de vaca suelen verse en los charcos de la marea vacía. Cuando se los pincha echan un Líquido de color violáceo”.

contajo. m. Cuento, habladuría, chisme. “Es una alegaora. Siempre está con contajos”.

contra. (Pa contra). Hacia, frente a. “La cambuesa* está pa contra la montaña”.

contri más. Cuanto más. “Contri más copas tomaba más ganas de beber le daban”.

corchudo. adj. (Del queso). que tiene aspecto de corcho.

cordial. f. cordal (muela).

corneta. f. La planta ‘Glaucium flavum’. “La corneta es una hierba erguida de la familia de las amapolas, de frutos capsulares largos con un cierto aspecto de corneta, de donde el nombre popular que reciben aquí”.

corona (Del pajero). Parte superior del pajero. “A veces la corona del pajero, cuando era hueco para guardar el grano dentro, hacía de tapa del mismo”.

correbullo. m. Conejo. “¡Ños! Por más que corrió la perra no pudo alcanzar al jodío correbullo, que acabó por escoletarse* en una chalisca* del malpéis*”.

correcaminos. m. La avecilla ‘Anthus bertheloti, también conocido como (pájaro) picudo*.

correhuela. f. La correhuela, o corregüela, como pronuncia el campesino, es la mala hierba ‘Convólvulus arvensis’ que tanto daño hace en los campos de cultivo por la capacidad que tiene de extender sus raíces y la dificultad que ofrece a ser extirpada.

correr. v. Hacer que algo obligue a uno a abandonar un lugar. “Estaba pescando y la lluvia lo corrió de la pesquería”. II (Correrle a uno las tripas). Hacerle ruido

cruz. (Cargar/descargar la cruz). Ponerle o quitarle unas piedritas* simbólicas para quitárselas o ponérselas de nuevo en honor del difunto al que están dedicadas.

cuchara (Meter la cuchara). Dar su opinión sin venir a cuento o entrometerse en una conversación que no le atañe. “No metas la cuchara, eh, que esto no va contigo.

cucharilla. f. La hierba ‘Carrichtera annua. Recibe este nombre por sus frutos en forma de diminuta cuchara.

cuenco. (Del ojo). Órbita. “Después de la enfermedad que tuvo se quedó amarillo, flaco, con los ojos hundidos en los cuencos.”

cuernuda. (En dicción popular, cuernúa). La cariofilácea cactiforme, endémica de la isla, ‘Caralluma burchardii, de cuya pareja de frutos capsulares en forma de cuernos que le crece en lo alto recibe el nombre. También se le llama piterilla.

cuerpo. (Caja del cuerpo). Pecho, tórax. “¡Oiga! Ese hombre tiene una caja del cuerpo que parece un armario”.

culo (Cachete del culo). Nalga. “¡Hermosos cachetes del culo los de esa muchacha, eh!”.

culpa. (Arrimar la culpa). Echar la culpa. “Sin el otro haber hecho nada va y le arrima la culpa de lo que pasó”.

dedo. (margaro). Dedo pulgar.

descamisada. f. Acción de quitar la camisa* (farfolla de la mazorca) a las piñas* de millo*. “Para hacer la descamisada suele reunirse un grupo de personas que mientras hacen el trabajo charlan entre sí”. También se dice descamise*.

desembuchado. m. Acción de desembuchar o quitarle las tripas al pescado.

desgüiciado. adj. Desahuciado de los médicos. “Ese pobre ya no tiene remedio. Está desgüiciado por los médicos”.

desturronadera. f. Instrumento de labranza con el que se deshacen los terrones duros de un campo de cultivo. Tiene forma de triángulo isósceles alargado, con un madero que une por la mitad a los lados iguales. Tanto en este travesaño central como en el lado paralelo opuesto o más corto de la armazón triangular, lleva insertados unos clavos grandes y gruesos perpendiculares a la misma, que sobresalen unos cuantos centímetros por el lado opuesto, mediante los cuales, al ser arrastrada la desturronadera (esturronaera en lenguaje laxo) por una bestia, mediante una cuerda o cadena atada a una argolla que tiene en el vértice más agudo, deshace los terrones sobre los que pasa.

dichete. Dicho o sentencia: "El que se arregüesta un día no pierde la pesquería"

duraznillo. m. La planta ‘Heliotropium messerschmidioides’. Es un arbusto que puede pasar de los 3 m de altura, de tallos suberectos, de color oscuro y rugosos al tacto. Las hojas están dispuestas en verticilos, y las flores, minúsculas, de color verdoso y suavemente aromáticas, se presentan en cimas numerosas, muchas de ellas convertidas ya en frutos que semejan a simple vista granos de anís.
Suele encontrársela por El Malpaís de la Corona, en cuyos pueblos aledaños la llaman palillo*.

embarrar. v. (el queso). Cubrirlo con almagre*. El almagre es la tierra requemada, de color rojizo por efecto del calor recibido durante su formación volcánica, que forma estratos en los macizos basálticos.

enjaretar. v. Endilgar. “Fue a comprar un par de kilos de bocinegros y le enjaretaron en medio un par de brecas”.

entaliscarse. v. Meterse, especialmente una cabra, en una talisca* de un risco y no poder salir luego. “Cuando una cabra se queda entaliscada tiene que descolgarse un hombre para sacarla”.

enterito y entregado. De forma total y absoluta.

enterregarse. v. Llenarse o ensuciarse con tierra. “Este chico, cada vez que va a jugar al llano ahi atrás viene todo enterregado”.

entupirse. v. Variante de tupirse. “No comas tantos tunos, a ver si te vas a entupir”.

escaldón. (De gofio). Gofio escaldado* (mezclado con caldo) en buena cantidad. “Antes las familias se sentaban en el suelo sobre una estera alrededor de un lebrillo puesto en el centro lleno de un buen escaldón de gofio acompañado de otras comidas”.

escarabajo. (Meyón*). m. Escarabajo del género Blaps, grande y de color negro, que cuando se ve acosado lanza un chingo* de líquido irritante y maloliente.

esparecerse. v. Desaparecer. “Estaba aquí hace un momento, pero cuando volví ya se había esparecío”.

espeso. adj. Muy abundante. “Nunca he visto tantas salemas juntas en una pesquería como aquel día; estaban espesas”.

explotarse de risa. Estallar en carcajadas. “Vio caer a una pobre vieja en la calle y en vez de levantarla se explotó de risa”.

familiaje. m. Niño en sentido un poco despectivo. “Mira el familiaje este. No es más que un crío y ya quiere compararse con los hombres”.

farfantona. f. Mujer hermosota, algo desenfadada, de buen ver.

fasquía. f. Gálibo, plantilla; apariencia de un barco. II (Tener buena fasquía). Dicho de una mujer, tener buena planta, ser guapa. “¡Qué buena fasquía tiene la morenucha esa, eh!. Da gusto verla”.

filudo. adj. Afilado, aguzado. “¿Te has dado cuenta de la cara filuda que tiene esa muchacha?”.

fincho. m. Además de significar pincho se da este nombre también a un cuerno de cabra aguzado que se usa para hacer la descamisada*.

foguete. m. Cohete. “Cuando vio al camello tan cerca salió corriendo como un foguete”.

fragoso. m. Terreno muy abrupto formado por grandes piedras revueltas. “En el Fragoso de los Clavijos, al este de Guatiza, crecen bastantes ejemplares del curioso endemismo botánico de la isla ‘Caralluma burchardii’”.

frangollón. adj. Lioso, enredador. “Ese hombre es un frangollón de mucho cuidado. Siempre está metido en líos”.

gacho. adj. Inclinado o echado hacia abajo. “Cuando lo cogieron en la mentira se quedó con las orejas gachas”. “Desde que lo vi venir – con el sombrerito gacho – le dije a mi compañero – esta cabra quiere macho”.

gafío. m. Bufido del burro. “Según iba subiendo la cuesta largaba la burra unos gafíos que daba pena”.

gallar. v. Fecundar el macho a la hembra. “Dicen los marineros que cuando dos toninas* se ponen juntas barriga con barriga, con la cola p’arriba, es que están gallándose”.

gamón. m. Escapo o tallo florífero de la planta liliácea llamada en Canarias gamona*, la ‘Asphodelus aestivus’ de los botánicos. Existe la creencia de que cuando en verano, época en que estas plantas florecen, dan muchos gamones, será en las cosechas “años de montones”.

gasmío. (de gofio). Una pequeña cantidad. “Cuando vio aquel gofio acabaíto de hacer no pudo contenerse y se echó un gasmío en la boca”.

gatera. f. Especie de corral que se usa para que la cabra pueda dar de mamar a la cría sin que ésta pueda salir de su interior. La altura de la pared permite que la cabra pueda entrar saltándola, pero no que pueda salir el cabrito. Adosado a este corral hay un toril* en el que el cabrito puede meterse a través de una puertita*, quedando así protegido contra los ataques de los cuervos.

goiro. m. Murete de piedra que levanta el agricultor alrededor de una planta, más comunmente de forma semicircular cubriendo la parte norte, de donde soplan los vientos dominantes en la isla, con el fin de protegerla del viento. Recibe también el nombre de abrigo* y de goire*.

goleura. f. Golisneo*, efecto de golisniar* (husmear).

golpito. (Al golpito). Poquito a poco, sin apresuramiento. “Déjese ir al golpito, que no hay prisa. Si no terminamos el trabajo hoy ya lo terminaremos mañana”.

gorra. f. Sombrero de tela, de amplia visera almidonada, que cubre toda la cabeza salvo la cara. Era antes prenda privativa de las mujeres jóvenes solteras.

granillaje. m. Conjunto de granillas o semillas de un fruto. “Si no fuera por el granillaje que tienen, los tunos o higos picos* serían una de las frutas mejores que existen”.

greña. f. La planta ‘Cuscuta aproximata’. Se trata de una atípica planta parásita, de extraño aspecto, bastante corriente no obstante en la isla, que vive casi exclusivamente sobre la ajulaga*, en cuyo intrincado ramaje se enreda formando un rebujo de hilos finos de color amarillo o rojizo. También es conocida con el nombre de rabia*.

greta. f. Grieta. Suele usarse cuando alcanzan gran tamaño en el terreno, habiendo algún topónimo en la isla que lleva esta palabra como componente nominal.
Muy conocida es La Greta, un profundo tajo que se formó, seguramente por asentamiento de los materiales del volcán La Corona, al pie del mismo por su lado NE. También en Alegranza existe otro toponimo llamado La Greta al pie de La Caldera por su lado N. La forma de esta palabra sin la /i/ del castellano, debe obedecer a tener origen portugués.

grima. f. Miedo o repeluzno que deja los pelos erizados. “Cuando el barquillo en que iba se reviró* y alcanzó a ver la aleta de un tiburón le entró una grima que lo dejó paralizado”.

gualdrapa. f. Carne momia* que cuelga, por ejemplo en una persona que adelgaza después de haber estado gorda. “En la playa se ven algunas señoras luciendo sus hermosas gualdrapas”.

guardar. (el secreto). Frase con la que ironicamente se pretende hacer ver no estar enterado de alguna virtud o ventaja que otro posee. “Caramba, qué bien guardabas el secreto. No sabía lo conquistador que eras”.

guas. m. Agujero en que había que meter el boliche* en este juego infantil.

güiros. (Cogerle los). Cogerle la vuelta, acecharlo o tenerlo bajo control para impedir que consiga algo indebido, de forma premeditada, contra alguien. “Lo vio venir a hacerle la perrería, pero le cogió los güiros a tiempo y lo dejó con un palmo de narices”.

guisado. adj. Dícese del queso cuando está acorchado.

gujerar. tran. Vulgarismo por agujerear. “Pa gujerar ese tablón se pasó casi media hora porque el berbiquí que tenía estaba ya muy viejo”.

hierba. (muela). f. La ‘Oxalis pes-caprae’. Es una hierba jugosa o tierna, con raíz (rizoma) algo parecida a la del rábano y hojas de forma tal que al plegarse –disposición que tienden a adoptar– traen a la memoria la pezuña de una cabra, de donde su nombre específico, que aquí en Lanzarote se identifica, sin embargo, con una muela. Las flores tienen un color que va del amarillo al rojo-herrumbroso y están dispuestas en inflorescencias terminales algo laxas. II (mala). f. Plantita del género plantago formada por varias rosetas basales de hojas revueltas, juntas unas a otras, largas y estrechas, cubiertas de pelo largo sedoso que les da un color plateado, con inflorescencia parecida a una espiga de un cereal colocada en el término de un larguísimo escapo afilo que se yergue erecto desde el centro de cada roseta. El nombre se debe al poco aprecio que hacen de ella las cabras. II (puntera). f. Las dos especies de plantas crasuláceas del género Aeonium que crecen en nuestra isla como endemismos privativos de la misma, muy parecidas entre sí morfologicamente, si bien una tiene las flores rojizas y la otra amarillas. II (yesquera). f. Otro nombre de la planta endémica de Lanzarote conocida tambien bajo el nombre de yesquero*.

higo. (Si quieres higos planta pencas). Frase con la que se da a entender que sin trabajar no se consigue nada. II (Estar como un higo pasado). Estar muy arrugado. “Esta pobre mujer no es tan vieja pa estar ya como un jigo pasao”.

hondo. adj. De un ruido, que está o viene de lejos. “Estaba el cielo encapotado y de repente se oyó un trueno hondo”. (Vulgarmente se pronuncia jondo).

hora. (A buena hora y con sol). Frase irónica, o más bien mordaz, con la que se da a entender que se llegó tarde a algo. “¿Ahora, con la marea viniendo p’arriba, quieres ir a coger lapas? A buena hora y con sol”.

hornito. m. Nombre dado a los volcancillos de pocos metros de altura, propio de las Canarias. Dice el geólogo español Eduardo Hernández-Pacheco en su obra ‘Por los campos de lava’, pág. 164 (Fundación César Manrique, 2002): “El nombre de ‘hornitos’ con que se designa en Canarias a estos diminutos cráteres no puede ser más apropiado, pues tienen el aspecto y forma de los hornos de cocer pan”.

huevillo (de) pájaro. m. La hierba ‘Anagallis arvensis’, llamada también chinipilla* y matapiojos*.

hurrura. f. Variante de horrura. Basura que flota en el mar o es arrojada a la costa. “En las caletas buenas de jallos* la marea bota* mucha hurrura”.

incomodar. (Si no incomodo). Se dice al llegar a un lugar en que hay personas como pidiendo permiso. Aunque pueda ser una expresión normal en castellano, en nuestra tierra tiene un uso más arraigado y extendido.

instante. (A ca’istante). A cada instante o momento. “Vaya un chiquillo sequioso*; a ca’istante está pidiendo de beber”.

interés. f. La curiosidad gramatical que presenta esta palabra en nuestra isla es que se usa en femenino, ‘la interés’. “Hombre, la interés que yo tenía era por si se podía ir a pescar”.

jacío. m. Recalmón; momento de calma entre una oleada y otra. “Aprovechando un jacío de las marejadas del reboso que había se acercó el bote a la orilla y pudo saltar la gente a tierra”. Se usa también en sentido figurado: “Aprovechó un jacío en que no pasaban coches y cruzó la calle”.

jaira. f. Se emplea por extensión a un animal salvaje que se muestra confiado, que no huye. “En el echadero de los camellos de La Montaña de Timanfaya están las palomas silvestres jairas perdidas”.

jaldar. m. Falda extensa de una montaña o conjunto de ellas. “En Lanzarote entra el componente jaldar en algunos topónimos”.

jallo. m. Hallazgo, pecio, cosa encontrada en la costa varada por el mar. II Parecer un jallo, estar muy sucio y desaseado.

jamate. (No estar para jamates). No estar para fiestas y ajetreos. “¿No vas a la feria? –No, ya no está uno para esos jamates. Eso se deja pa la juventud”.

janga. f. Yunta de burros.

jarda. f. Deformación de harda < falda.

jarear. tran. Abrir el pescado en plancha para secarlo al sol después de desviscerarlo y salarlo. Para realizar la operación del jareado se procede de la siguiente manera: Se corta el pescado a lo largo, sea por el dorso o por el vientre o parte inferior, según la especie de que se trate, de forma que quede completamente abierto. A continuación se le quitan las tripas (destripado* o desembuchado*) y las agallas (desegallado*). Una vez hecho esto se le echa bastante sal y se deja así unas horas, por lo general hasta la mañana siguiente en que se le quita la mayor parte de la sal lavándolo en un charco, y acto seguido se tiende al sol durante unos días hasta que se seque.

jentina. f. Paliza, tunda. Derrota estrepitosa. “El padre le pegó al chiquillo una jentina por contestarle mal”. “Fuerte jentina le pegó el equipo de aquí al de fuera”.

jibarse. v. Meterse la barriga hacia dentro. “Ese nació barrigúo, y por más que se jibe no logra parecer más flaco”.

jilo. (por hilo). (Coger jilo). Marcharse abruptamente. “Estaba aquí con nosotros hace un momento y de repente cogió jilo, no sabemos pa donde”.

jimiqueo. m. Lloriqueo. “¡A ver si el chinijo* ese termina con el jimiqueo, que ya le tiene a uno la cabeza remontada*, hombre!”.

jincarse. v. Tirarse. “Se subió a la peña que estaba a la orilla del mar y se jincó de cabeza al agua”.

jinchar. v. Hinchar de forma violenta. (En el habla popular lo más corriente es aspirar la /h/ en este verbo y sus formas). “Le jincharon los ojos a trompadas”.

jito. m. Piedra firme escondida bajo la tierra en que tropieza el arado. “Este campo es malo pa arar; está lleno de jitos”. Debe provenir de hito o mojón.

joviar. v. Perseguir el macho encelado a la cabra para cubrirla emitiendo una serie de bufidos característicos.

junquillo. m. La planta monocotiledónea ‘Cyperus kalli’, de terrenos arenosos, bastante común en la isla. Su tamaño más corriente es de algo más de un palmo de altura. Tiene un aspecto raro, como si estuviera mutilada, pues consiste en un simple tallo liso, erecto, que tiene en lo alto lo que a primera vista parece un apiñamiento de granos de cereales, con dos o tres largas hojas filiformes que salen, formando ángulo, de la base de este apiñamiento.

lapa. f. (negra). La ‘Patella candei crenata’, de color oscuro. Vive adherida a las rocas de la zona mesolitoral, especialmente sobre los callaos* lisos. Es la más sabrosa y de carne más blanda de las lapas de por aquí. II (Cuando está la marea vacía, leña a la lapa). Máxima que quiere decir: ‘cuando se presenta la ocasión hay que aprovecharla’. II (Pa coger lapas hay que mojarse el culo). Frase equivalente a ‘para conseguir algo hay que molestarse o trabajarlo’.

largar. v. Echar, dar. “Hay muchas nubes espesas y negras, pero no largan ni una gota de agua”.

leche. (Mecer leche). Hacer leche mecida*.

leito. (Preparar el leito). Tomar las precauciones oportunas en evitación de algún daño o mal que pueda acaecer. Los leitos* –palabra de origen portugués que significa lecho– son compartimentos estancos que tienen los barquillos*, uno a popa y otro a proa, cuyo objetivo es, entre otros, el de garantizar la debida flotabilidad de la embarcación si se revira* o vuelca, por lo que se les debe prestar la máxima atención, especialmente en la tapa o escotilla, para evitar que puedan llenarse de agua.

leñero. m. Otro nombre del arbusto ‘Nicotiana glauca’, más conocido en la isla por bobo*.

lío. Entre los pardeleros profesionales, cantidad de veinticinco pardelas capturadas.

López. (Esos son oros López). Frase con que se da a entender que lo que se dice tiene distinta valoración o importancia, equivalente a ‘ser harina de otro costal’. “¿Vamos mañana a Playa Tenésara a pescar? –Pero cómo, ¿caminando? –No, hombre, en mi coche. –¡Ah! Esos son otros López.

macho. m. Nombre que se da en algunos lugares de la isla al caracol terrestre ‘Stenogira decolata’, también llamado pirulo*. Tiene forma cónico-alargada, suele medir unos 2 cm o poco más de longitud y su color es blanco. Presenta la curiosidad, tal como se expresa en su nombre científico, de carecer de ‘cuello’ o extremidad apuntada, como si se le hubiera roto. Lo normal es encontrar sólo la concha, pero en ocasiones se ve alguno con el animal vivo dentro debajo de alguna piedra que mantenga algo de humedad. II (Jardúo). Dícese del macho cabrío al que le cuelgan unas guedejas largas y abundantes por las ancas. ‘Jardúo’ debe ser corrupción de haldudo, de haldas o faldas grandes. Por extensión se aplica al hombre muy velludo. “¡Ños!, vaya un macho jardúo ese hombre. Si es más pelúo que un mono”. II (Cabreado como un macho). Muy enfadado. “¿Pa qué le dijo aquello? Nada más oírlo se quedó cabreado como un macho”.

madre. (del agua). En general, fuente, manantial o lugar de donde brota agua. “Por debajo de la presa de Mala hay una fuentecilla que tiene este nombre de La Madre del Agua”.

madreturma. f. La planta ‘Helianthemum canariensis’, hospedante de la papacría*. Es una hierba de pequeño tamaño, más bien tendida o de poca altura, con hojuelas de color verde claro y flores amarillas, que suele medrar en terrenos con tierra de contenido calizo.

mago. m. Con respecto a los pescadores, campesino u hombre de tierra adentro, en tono despectivo. Se suele reforzar este significado con el aditamento de ‘del campo’. “Se ve bien que este hombre es un mago del campo, pues no sabe ni empatar un anzuelo”. Se emplean en el mismo sentido las voces maúro* y campurrio*.

majano. m. Montón de piedras que se pone para fijar los linderos. “Por lo general los majanos suelen tener las piedras de arriba pintadas de blanco con cal”.

majapola. (Corrupción de amapola). II (blanca). La adormidera (‘Papaver somniferum), erecta, alta, con flores de color lila, púrpura palido o casi blanco.

maleza. f. Terreno que de tan pedregoso no puede ser cultivado. “Aquí en Lanzarote es muy conocida La Maleza de Tahíche, el territorio que se extiende desde la montaña de ese nombre de Tahíche, en dirección SE, hasta la urbanización costa Teguise en su mitad S”.

malpéis. m. Terreno extenso compuesto de tierra y piedras, pero en tal cantidad éstas que resulta imposible de cultivar. Es nombre generalizado en la isla entre la gente del pueblo llano. Lo de malpaís, por el contrario, se usa entre gente ilustrada o de estudios. No obstante se da el caso paradójico de que en los documentos u obras del pasado, por muy antiguos que sean, se escribe normalmente ‘malpaís’, lo que debe obedecer a una acomodación culta del nombre ‘malpéis’ por parte del escribano de turno o autor correspondiente. Un error muy extendido modernamente, que ha tomado practicamente ya carta de naturaleza, es aplicar este nombre ‘malpaís’ a los campos de lava de época histórica, cosa que nunca hace espontaneamente el campesino o el pescador, que dan a tales terrenos el nombre de ‘volcán’.

margullador. m. Hombre bueno para margullir* o bucear en apnea. Ayudaban en la operación de calar con chinchorro para soltar del fondo este arte de arrastre o el rozón* cuando se quedaban enganchados en alguna roca, etc.

marrajío. m. Llorera; lloro a toda potencia, especialmente entre los niños, con la boca abierta, supuestamente como la de un marrajo* (especie de tiburón). “Pero qué marrajío es este aquí hoy todos los chiquillos llorando al mismo tiempo, hombre”.

mataperro. m. La planta llamada en castellano normativo beleño y cientificamente ‘Hyoscyamus albus’. Es levantada o erecta, de hasta más de un metro de altura, con hojas muy grandes. Es tóxica.

matapiojos. m. La hierba ‘Anagallis arvensis, llamada también en la isla huevillo (de) pájaro* y chinipilla.*

mato. m. El subarbusto quenopodiáceo, o mata, ‘Salsola longifolia’, muy apreciado en la isla como leña por su ramas duras. Sus hojas, dispuestas en verticilos, son alargadas, subcilíndricas, con el anverso acanalado. Tiene flores muy pequeñas y el fruto es de forma discoidal, seco y de color amarillento o verdoso. Este nombre de mato se le da por el sur de la isla, en tanto que por el norte se le llama ramón*. II (blanco). La mata o arbusto ‘Atriplex halimus’, llamado también mato salado* y mato gota*. Puede alcanzar la altura de una persona, y tiene abundantes ramas más o menos rectas, hojas de color blanquecino, tirando a plateadas e inflorescencias terminales alargadas, una central mayor acompañada de otras más pequeñas laterales, con apariencia de aglomeraciones de hojitas minúsculas apeñuscadas. II (pardo). La mata ‘Suaeda vermiculata’, también conocido en Lanzarote por brusca*. II (salado). La planta arbustiva llamada cientificamente ‘Atriplex glauca’, y también la ‘Arthrocnemum fruticosum’. II (moro). El arbustillo o mata ‘Suaeda vera’. Crece cerca de la orilla del mar formando a veces bosquecillos compactos. Es de foliación muy densa, las hojas pequeñas, de color verde y forma de plátano en miniatura. Flores minúsculas, como un penachito rojizo del tamaño de la cabeza de un alfiler. Es abundante a la orilla del mar entre Órzola y Punta Usaje, en el extremo nordeste de la isla.

mear. (derecho pa la pared). Hacerse un hombre. “Y pensar que hasta ayer era un chiquillaje* y ahora ya mea derecho pa la pared el muchcho, eh”.

mecha. f. La hierba de la familia de las compuestas ‘Phagnalon purpurascens’. Es una matita leñosa de más de un palmo de altura, con capítulos en forma acopada o cónico-alargada situadas en el extremo de un fino y largo cabillo axilar, asomando en la parte superior de los mismos los flósculos amarillentos a modo de cortos penachos que al secarse adoptan forma estrellada de puntas finas y largas con un botoncito central más oscuro. El nombre obedece al hecho de que las borras o pelusillas algodonosas de que están cubiertas sus abundantes, largas y estrechas hojas –de donde le viene además el nombre genérico– se han usado en tiempos pasados para prender fuego, como se hacía también con la yesquera*. II (A toda mecha). Con la mayor velocidad o rapidez. “El pobre chinijo le tenía tanto miedo al perro que apenas lo vio salió corriendo a toda mecha pa la casa”.

melecina. f. Arcaísmo de medicina.

meramente. adv. Aunque es una voz correcta en el castellano actual con el significado de “solamente, puramente, simplemente”, empleada casi exclusivamente en ambientes cultos o literarios, no es raro oírla en gente de edad iletrada en algunos lugares de nuestra isla, incluida La Graciosa, lo que, bien mirado, no deja de resultar un tanto honroso para nuestra habla popular”.

minado. adj. Lleno. “Esa casa está minada de cucarachas”.

moco guirre. m. Plantita de la familia de las borragináceas, casi erecta y algo rígida, cuya especie no he podido identificar. Por su aspecto recuerda algo a primera vista a la lengua vaca* (Echium pitardii). Sin embargo las hojas son más pequeñas, más delgadas y de puntas romas, vellosas y con cilios o pelos de aspecto espinoso en los bordes. Las inflorescencias son muy conspicuas por su tamaño, con algunas flores pequeñas en los extremos, de color azul unas y blancas otras en el mismo pie, que recuerdan por su forma a un cepillito arqueado.

mondongo. (Revolver el mondongo). Revolver el estómago; sentir disgusto o fastidio ante la propuesta o la presencia de algo desagradable. “Cuando te oigo decir semejante disparate se me revuelve el mondongo, muchacho”.

moniento. adj. Además de presumido significa también vanidoso. “Cuidado con el moniento ese. ¡Sios*! Se creerá que es un caballero de alta alcurnia”.

monterillo. m. La hierba ‘Misopates orontium’, de la familia de las escrofulariáceas. Es erecta, con inflorescencias en espiga, muy largas, compuestas de florecillas de color blancusco sucio con unas nítidas estrías purpuráceas en ambos labios. Por el norte de la isla al menos se le llama monterillo por el parecido que encuentran al fruto con la antigua montera* o tocado típico de los pastores de la isla.

monturrio. m. Montón de cosas menudas de poco valor, como basura, desperdicios, escombros, etc.

mostacilla. f. La hierba ‘Lobularia intermedia’, también conocida por hierba blanca* por la pelusilla de este color que cubre sus densas ramas. Las inflorescencias son terminales, redondeadas, de flores pequeñitas de color blanco.

muela. (Calentársele a uno la muela). Entrarle ganas de comer y, por extensión, de hacer cualquier otra cosa. ‘‘No querías comer y apenas viste esa comida tan bien preparada sobre la mesa se te calentó la muela y quedaste agarrado a la cuchara, eh’’. “No pensaba ir hoy a pescar, pero cuando vio al vecino preparando la caña se le calentó la muela y se fue con él”.

niñato. m. En términos despectivos, jovenzuelo presuntuoso que se las da de hombre. “Mira el niñato ese. ¿Quién se creerá que es, con esos modales de superioridad?”

ojo. (Capiar los ojos). Pestañear, cerrar los párpados momentáneamente. “Es un caradura. Dice las mayores mentiras sin capiar los ojos”.

once. (Estar en piedras de once). Estar alegre o de espíritu triunfal. Deriva esta expresión del juego del envite porque cuando se llega a tener once puntos se está a punto de ganar la partida.

onde. adv. Vulgarismo por ‘donde’.

orégano de monte. m. Otro nombre del ‘Thymus origanoides’.

ortiga. f. (mansa). Pequeña hierba anual, como lo indica su nombre científico (‘Mercurialis annua’), de la familia de las euforbiáceas. Tiene hojas glabras y flores femeninas en las axilas y masculinas en inflorescencias alargadas.

ortiguilla. (brava). f. La ‘Urtica urens’ o común. II (mansa). f. La hierba de la familia de las escrofuliaráceas llamada cientificamente ‘Escrophularia arguta’. Es completamente erecta, de hasta más de medio metro de altura su tallo único de sección cuadrangular. Las hojas son opuestas, acorazonadas, y las flores pequeñitas, de color purpuráceo oscuro, en tanto que el fruto recuerda por su forma y tamaño a una pepita de uva. Suele crecer en terrenos pedregosos, aprovechando, por lo general, rincones sombreados.
También recibe este nombre de ortiguilla mansa la ‘Lamium amplexicaule’, de tallos asimismo cuadrados y levantados, de hasta un jeme o más de altos, hojas superiores abrazadoras totalmente del tallo y flores purpúreas axilares.

ostrón. m. Nombre del molusco bivalvo ‘Spondylus senegalensis’, también llamado, al menos en La Graciosa, cántara*. Sus valvas grandes, cóncavas y gruesas, de color rojo por fuera y blanco por dentro, suelen usarse como ceniceros, o también como pisapapeles.

padrito. (Oh, padrito). Frase con que se expresa desazón por alguna contrariedad. “Oh padrito, y sigue el tolete* este con la misma machaconería”.

pájara. (Tener ojos de páraja echada). Tener una mirada lánguida y melancólica. “La chica esa no es fea, pero tiene unos ojos de pájara echada que da hasta sentimiento”.

pajarilla. f. (Arrugársele a uno la pajarilla). Encogérsele el corazón, asustarse por recelar algo malo. “Desde que lo vio acercarse con aquella cara de pocos amigos se le arrugó la pajarilla pensando que venía con malas intenciones”.

pájaro. (El pájaro pide alpiste). Frase que tiene el significado de ‘cada cosa requiere el debido tratamiento’, o a cada uno según su naturaleza.

pajito. m. La compuesta ‘Chrysanthemum coronarium’. Es la margarita grande, de tallos lisos y vistosas flores (capítulos), con botón central amarillo y lígulas blancas, que crece en la isla a veces en abundancia a lo largo de los bordes de las carreteras o formando densas agrupaciones en el campo abierto. También se le llama pajo gato*. II (blanco). Hierba de la misma familia que la anterior, llamada cientificamente ‘Anacyclus radiatus’, que se distingue de aquélla por ser vellosa y por otros caracteres secundarios no muy pronunciados.

palo. (Cantar a palo seco). Cantar a capello, sin acompañamiento instrumental y, por extensión, hacer algo sin los complementos normalmente usados para el fin de que se trate.

pan. (A falta de pan buenas son roscas). Frase equivalente a ‘a falta de pan buenas son tortas’, adaptada a nuestra habla familiar.

paniqueso. m. La hierba de la familia de las crucíferas ‘Capsela bursa-pastoris’, conocida en castellano normalmente por bolsa de pastor, como lo indica su nombre específico. Es de poca altura, un palmo las mayores, con las hojas principales dispuestas en roseta basal, ofreciendo el aspecto de una cerraja, de la que parten unos tallos altos y finos con los típicos frutos triangulares que se comparan con el zurrón del pastor, sostenidos por un pedunculillo largo, y en el extremo terminal el grupo de florecillas blancas.

papelera. f. El arbusto ‘Bouganvillea spectabilis’, usado como planta ornamental en jardines y parques. Las hojas rojas tan llamativas que tiene, que parecen de papel, de donde le viene el nombre, son brácteas y no pétalos de las flores, las cuales están en medio de ellas y son muy pequeñas.

pardilla. f. Otro nombre de la plantita ‘Lotus arabicus’, también llamada en Lanzarote hierba muda salvaje o hierba muda salada.

pasto. m. Nombre aplicado a varias gramíneas, entre las que se cuentan la ‘Catapodium marinum’, la ‘Schismus barbatus’, la ‘Trachynia distachya’ y la ‘Trisetaria panicea’, todas ellas, como lo indica su nombre común, buenas como forraje para los animales. II (burro). La gramínea ‘Lamarckia aurea’, que tiene unas panículas blancazcas*, y no es nada rara en la isla.

pata. f. (de gallina). La planta herbácea de la familia de las crucíferas ‘Notoceras bicorne’. Es más bien pequeña, con tallos floríferos tendidos sobre el suelo, que recuerdan algo, por su disposición, a los dedos de una gallina, y están cargados de unas pequeñas silicuas parecidas a las espigas de los cereales, pero que en lugar de terminar en filamento (arista) terminan en dos apéndices a modo de cuernecillos, de donde debe venirle el nombre científico. Es hierba muy rígida y poco jugosa, de color verde mate matizado de morado, hojas oblanceoladas algo vellosas y flores amarillas diminutas.

patada. (En tres patadas). En un santiamén. “No sé cómo se las arregla esa mujer que en tres patadas recoge la casa”.

pato. (moro). m. La avecilla marina ‘Fratercula arctica’. Es pequeña –más o menos del tamaño de una perdiz–, rechoncha, de alas cortas para el tamaño del cuerpo –por lo que cuando vuelan deben batirlas con rapidez y energía–, éste de color negro por el dorso y blanco inmaculado por el vientre. Suele aparecer por nuestra isla en los meses de invierno cuando se desatan los brisotes* más intensos, siendo entonces arrojados a la costa algunos ejemplares, la mayoría de ellos muertos, pero algunos llegan vivos e incluso algún individuo con el pico adornado con sus vistosas franjas de vivos colores verticales.

pecho. m. El cangrejo, de unos cuantos centímetros de longitud, ‘Pachygrapsus marmoratus’. La parte del cuerpo, sin patas y caparazón, es decir, el “pecho” del cangrejo (de donde el nombre), o la mitad del mismo, es una excelente carnada para pescar ciertos peces.

pelotilla. f. Hierbecilla de la familia de las leguminosas, erecta, de hojas trifoliadas con pedúnculo algo alargado y foliolos dentados con estípulas (pequeños hojuelas pareadas que crecen en la base de algunas hojas) laciniadas (como deshilachadas). Las flores son pequeñitas, de color amarillo, dos juntas sobre el mismo pedicelo. Se parece mucho al ‘Ononis laxiflora o taboire blanco*. Ignoro la especie a la que pertenece.

peludo. m. Vaso grande. “¡Camarero! Écheme un pelúo de vino pa calentarme un poco el estógamo*”. II (Estar la cosa peluda). Presentarse algún asunto o proyecto con dificultades para su realización. “Hombre, a lo primero* yo creí que subir esa cuesta era fácil, pero después de intentarlo me di cuenta de que la cosa estaba pelúa”.

peorrera. f. La compuesta ‘Andryala glandulosa’. Es una mata de base leñosa que puede alcanzar hasta más de 0’5 m de altura y una extensión aún mayor, muy ramificada y de foliación cerrada, las hojas grandes, toda la planta de color casi blanco a causa de una densa borra de ese color que la recubre, de donde el nombre de hierba blanca* que también se le da. Las flores, o capítulos, grandes, amarillos, en número de diez o más agrupados en posición terminal sobre pedúnculos más bien largos. Es bastante común en la isla, abundando especialmente en la ladera N de Montaña Blanca (Tías).
En Mala, Tabayesco y otros pueblos del norte, como Guinate, la he oído llamar peorrera, pero en Los Valles la conocen por estornudera* a causa, según me han dicho, de que restregándola por la nariz provoca estornudos. No sé si lo de ¿pedorrera? tendrá un origen parecido.

picudo. m. Uno de los nombres que se dan en la isla al pajarillo ‘Anthus bertheloti’. También se le llama correcaminos*.

pie de conejo. m. La planta ‘Polycarpaea latifolia’, pequeña matita de color gris blanquecino, ramificación densa y hojas pequeñas espatuladas, sobremontada de grandes agrupaciones compuestas por una mezcla de flores pequeñitas, anodinas, de color grisáceo y frutos de aspecto de granos de anís.
Suele verse por Las Montañas del Fuego.

pirulo. m. Otro nombre que se da en la isla al caracol terrestre ‘Stenogira decolata’, también conocido por macho*.

piterilla. f. Nombre que se da por Soo a la plantita ‘Caralluma burchardii’.

potera. f. Las crasuláceas endémicas de nuestra isla ‘Aeonium balsamiferum’ y ‘Aeonium lancerotense’, conocidas también por berol, hierba puntera y hierba zamora, los tres nombres con el añadido, cuando conviene precisar, ‘de flor amarilla’ o ‘de flor colorada’, según corresponda.

quemoncillo. m. La crucífera ‘Sisumbrium erysimoides’. Sus hojas son muy recortadas, algo parecidas a las del rábano, las flores de color amarillo pálido y las silicuas, o frutos leguminoides, dispuestas en lo alto del tallo terminal, finas y largas. El nombre le viene, evidentemente, del sabor picante que tiene esta hierba.

quijotudo. adj. Dícese de la persona respondona y rebelde con todos: "Vaya un muchacho quijotudo. Siempre está protestando y metiéndose con todos".

ramacría. f. La hierba de la familia de las cistáceas llamada en botánica ‘Helianthemum canariense’, propia de nuestras islas, tal como lo indica su nombre específico. Es en esta planta donde el hongo subterráneo ‘Terfesia pinoyii’, la sabrosa papacría, parasita.
Por la parte norte de la isla se le llama madreturma*. En Lanzarote crece a todos los niveles, desde la zona litoral hasta La Montaña o parte más alta de la isla, si bien es posible que en algunos casos se trate de subespecies. Sus flores tienen los cinco pétalos amarillos bien marcados y su fruto es una capsulita globular. Tiene abundantes ramas y las hojas pequeñas y en gran número, de color verde pálido.

ramón. m. Nombre que se da por el norte de la isla al arbusto quenopodiáceo ‘Salsola longifolia’, también llamado en la isla mato* por el sur”. ¿Por ramudo o con muchas ramas?

raspalengua. f. La planta rubiácea ‘Galium spurium’. Tiene tallos ásperos, hojas lineares pegajosas, dispuestas en verticilos –es decir, al mismo nivel en derredor del tallo– espaciados, flores blancas y frutos en forma de pequeñas bolitas.

raspilla. f. La planta de la familia de las rubiáceas ‘Galium scabrum’. Los tallos, de color rojizo, pueden medir hasta 1 m de largo, con hojas verticiladas, ovoides, en número de cuatro, bien separados entre sí los verticilos, y terminan en inflorescencias expandidas o abiertas, con florecillas de color rosa y frutos pequeños provistos de unos ganchitos con que agarrarse a los animales para poder ser transportados lejos de donde crece la planta.

redondo. (Caer o irse redondo al suelo). Desplomarse, caer pesadamente. “Le dio una fatiga* y se
cayó redondo al suelo”.

regir. Carburar; estar bien de la cabeza. “Esa mujer ya no rige muy bien. Los años le pesan.

sereta (Estar como una). Se dice de quien expele excesivas y frecuentes ventosidades. “¡Chacho, fos!. En esta habitación no hay quien aguante la peste. Este hombre está como una sereta”.

surco. (volver al surco). Reanudar la conversación o cualquier asunto que había quedado interrumpido. “Bueno, ya que la cosa ha quedado clara, volvamos al surco y dejemos a un lado lo sucedido”.

zajorina. f. Adivinadora. “Yo no sé como se las arregla pa enterarse de todo. Parece una zajorina esa muchacha”.

zamora (Hierba zamora). Otro nombre de las dos especies del género ‘Eonium’ de la isla, también conocidas por 'hierbas punteras' y otros nombres*.